LOS RIVERA

986 Words
Después de que los seis somos elegidos veo que los tres hermanos hablan entre ellos. Mientras lo hacen yo solo puedo observar a Katrina. Es una mujer muy hermosa e imponente, pero como no serlo siendo quien es. Aunque parece que sus hermanos siempre la mantienen protegida, porque desde que llego y luego de que hablara conmigo ellos se la llevaron hasta una de las camionetas donde esta le protege la espalda y ellos de frente. En determinado momento nuestras miradas se encuentran y ella me regala una enigmática sonrisa volviendo su atención a sus hermanos. Justo en ese momento llegan dos camionetas más llegan hasta donde estamos, ellos nos indican que entremos por lo que sin decir una palabra nos subimos, mientras lo hago veo que llegan dos motos parecidas en las que llego Katrina. ella al verlas rueda los ojos mientras se acerca a la suya. Veo que quienes las manejan se bajan y les entregan los cascos a Diego y Miguel que rápidamente se suben en ellas. Todos nos ponemos en marcha cuando Katrina lo hace primero en su motocicleta con sus hermanos tras ella. -          La protegen demasiado – pregunta uno de los hombres que van conmigo al chofer. -          Es el tesoro más preciado de los Rivera, por lo que les aconsejo que mantengan sus ojos en el suelo, sobre todo cuando el señor Sebastián este presente – dice seriamente por lo que decido tenerlo muy presente. En el interior del auto se hace un silencio algo tenso mas no incomodo, yo decido mirar por la ventaba tratando de memorizar el camino, pero como esta tan oscuro no se logra distinguir nada. Así que después de más o menos una hora una majestuosa estructura aparece frente a nosotros. La belleza del lugar me deja perplejo un instante, pero me repongo viendo que entramos por un camino de gravilla y rodeado de árboles que ocultan un poco la estructura. Uno minutos después la camioneta se detiene frente a una casa grande, pero esta se opaca ante la imponencia de la que imagino es la principal. Nos bajamos y al hacerlo veo una imagen que ni siquiera mis superiores han podido conseguir. Los seis hermanos reunidos frente a nosotros, pero hay uno que reconozco al instante porque su porte imponente se puede notar incluso a través de una fotografía, Sebastián Rivera. - Buenas noches – dice en un tono de voz que inspira respeto – ustedes seis fueron elegidos para ser parte de nuestro equipo de seguridad. Para nosotros los Rivera la lealtad lo es todo, si ustedes son fieles a nosotros les aseguro que tendrán todo lo que deseen. – dice caminando frente a nosotros – la traición en esta organización se paga y no con la muerte. ¿Quién es Gabriel? - Yo señor – respondo dando un paso al frente - Estarás en el equipo de Katrina – dice observándome de pies a cabeza – serás su segunda sombra. – se acerca hasta quedar frente a mí – Jorge – dice y un hombre se pone junto a nosotros – Jorge Campos, la sombra de mi hermana y tú deberás convertirte en su segunda sombra porque si algo llega a sucederme juro que desearás morir que caer en mis manos. - Ya lo entendió – dice ella acercándose a nosotros regalándole una radiante sonrisa hermano que lo desarma. - Tu y yo tenemos una conversación pendiente – le dice y ella rueda los ojos. - Déjame dormir primero – dice antes de darse la vuelta para salir de allí dejándonos con sus hermanos. - Algo que deben tener en cuenta – dice Santiago Rivera dando un paso al frente – esa chica que acaba de irse está prohibida para cualquiera de ustedes, les recomiendo que mantengan sus ojos en el suelo cuando ella esté presente.   - Vengan, voy a mostrarles sus habitaciones – Antonio Rivera habla mientras termina de fumarse un cigarrillo – mañana conocerán a nuestro padre y se les indicará sus trabajos aquí. Antonio nos guía por la casa hasta una enorme habitación en la que hay exactamente tres literas, seis camas con su respectivo closet. Elijo una superior cerca de la ventana, dejo mi pequeña maleta en el closet que me corresponde para luego ir en busca de baño ya que necesito una ducha. Mientras me estoy duchando pienso en lo que dijeron los hermanos Rivera y sé que será una misión realmente complicada porque el eslabón débil, no tiene nada de debilidad.   Katrina… Entro a la mansión quitándome la chaqueta mientras Teresa el ama de llaves y nuestra nana viene hasta mí. - ¿Qué haces despierta? – pregunto entregándole mi chaqueta. - Me levanté por un poco de agua y los escuché llegar – dice con su inigualable dulzura con la que siempre nos ha tratado. - Vete a dormir – digo besando su frente mientras me dirijo a las escaleras rumbo a mi habitación, mientras subo las escaleras a mi mente viene Gabriel. Es un hombre realmente impresionante y estar junto a él será algo muy complicado para mí, pero es algo que debo manejar. Al entrar a mi habitación aplaudo haciendo que las luces se enciendan mientras camino a mi cuarto de baño desnudándome. Rápidamente me doy una ducha antes de acostarme ya que fueron unos días difíciles en Brasil con la captura de Breno Silva y de que casi me atrapan, es por eso que mi padre y hermanos están furiosos conmigo. Gracias a la rápido reacción de Jorge y los hombres que mis hermanos enviaron conmigo es que salí ilesa, aunque con ello atraparon a uno de nuestros socios. Termino de ducharme y camino hacia mi closet por un pijama cómodo para dormir tranquila. Cuando pongo la cabeza sobre la almohada quedo profundamente dormida, aunque antes de hacerlo unos hermosos pero peligrosos ojos negros aparecen en mi mente haciéndome sonreír.
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