52. ENTRE LA CIMA Y EL AVERNO

2709 Words
Oz Escuchar esa cruda verdad fue mucho para mí, sabía que algo muy malo había pasado, pero lo que ella resguardaba era excesivo. —¿Cómo es posible que puedas estar entre mis brazos? ¿Cómo puedes dejar que te toque después de lastimarte tan cruelmente? Tú no mereces sufrir Rag, no mereces nada de lo que te hice. —Eso mismo te pregunto yo ¿Cómo es posible que puedas besarme o abrazarme? ¿Por qué me sigues cuidando después de haberte lastimado en todos los sentidos posibles? Tú tampoco te merecías el dolor que te provoqué con mis mentiras, así como tampoco tenías por qué sufrir cuando me envenenaron, eso debía pagarlo yo y no tú. Los dos teníamos puntos fuertes, el peso de nuestras razones eran insostenibles y aun así queríamos continuar el uno al lado del otro ¿Se puede ser más masoquista en la vida? —Rag… ¿qué quieres de mí? —Estar contigo y ya, solo no me pidas que te ame, no me pidas que te lo diga porque no podría con esa mentira, el día que logre comprenderlo entonces lo diré, pero jamás mencionaré algo tan comprometedor como eso… ¿Y tú qué quieres de mí? —Quiero todo de ti y contigo, ni más ni menos. —¿Sí sabes que de seguir juntos tendremos que hacer una obra teatral eterna? —No podría tener a una mejor compañera para interpretarla. Levantó su rostro, movió un poco su cuerpo para inclinarse mejor a pesar del dolor y tomó de mi abrigo con firmeza. —Entonces volvamos a casa para empezar con esto, pero antes, quiero sentir tu piel junto a la mía. —¿En verdad te agrada eso? —Toda mi vida estuve acostumbrada a estar desnuda, pero nunca disfruté tanto de una piel como la tuya. Ambos sonreímos y la tomé entre mis brazos para bajarnos de ese lugar, extendí el cobertor y retiré el calzado de ambos, de nuevo me sentí como si estuviéramos en la cascada, pero esta vez las cosas se sentían más ligeras, casi como flotando. Despojamos al otro de nuestras prendas y con la desnudez como vestimenta la tomé en brazos para llevarla al agua. —Solo es un corte Oz, no tienes que cargarme siempre cuando todavía puedo caminar. —¿Para qué caminar si puedo llevarte en mis brazos pequeña? —sonrió tan casta que al acomodar su rostro en mi piel la primavera nos abrazó. Continué mi camino con sus manos en mi cuello, una vez el agua helada me cubrió lo suficiente, la solté para que su pierna tomara mejor movilidad. Nadamos bajo la luna y las estrellas, dos corazones latieron al unísono, sus movimientos eran hipnotizantes y sus miradas delirantes. Estábamos tan absortos en toda la escena que nos olvidamos de toda tristeza y dolor, ahí nos perdonamos, comenzamos y avanzamos juntos como los cómplices que siempre hemos sido. Estiré mi mano y ella nadó de regreso a mis brazos donde la tomé gustoso, cuánto la amé, cuánto quise que fuera mujer, cuánto la deseé. —Algún día quiero que dejes de verme como si estuviera tan lejos de ti Oz. —Eso será el día en que dejes de estar en la cima y yo en el averno. —¿Y qué haremos hasta entonces? —Lo mismo que harás cuando llegue ese día, seguir con tu vida, encontrar a alguien que pueda estar contigo más tiempo del que yo pueda estar, formar tu hogar y ser feliz. —Pero quiero estar contigo. —Y yo contigo Rag, pero esto es algo que no puede ir más allá por mucho que lo deseemos. —No quiero que te vayas. —No me iré, siempre estaré a tu lado, pero solo podré hacerlo desde las sombras, mereces una vida lejos de esa oscuridad y eso es algo que no puedo darte. Nos aferramos al otro tanto como pudimos, era hermoso tenerla conmigo y al mismo tiempo dolía saber que no estaría junto a mí, jamás nos tendríamos el uno al otro como tanto deseábamos. Al sentir que la temperatura descendía más rápido opté por irnos de ahí, no quería que enfermarse, así que nos trasladamos a un hotel que quedaba a unos minutos del lugar, nos dimos un baño con agua tibia, traté sus heridas y la acomodé en la cama para que descansara, ella no dejaba de observarme atenta y cálidamente, de vez en cuando levantaba por segundos mi vista conectando con la suya y sonreía levemente junto a ella. Después de todo lo ocurrido el silencio se convirtió en algo hermoso, pacífico. Al acomodar todo estiró su mano para que la acompañara bajo el cálido cobertor, la había dejado con una de mis camisas en lo que yo permanecí con un pantalón y una camiseta. Ella intentó retirar mis prendas, pero la detuve, tomé su mano llevándola a mis labios donde reposaron dos besos en su palma y muñeca. —¿Qué pasa? —pregunta un poco ansiosa. —Amo sentir tu piel junto a la mía, pero esta vez déjame admirarte de esta forma, con tela o sin ella seguiré sintiéndote y tú a mí. Ella quiso acomodarse de lado pero evité que hiciera movimientos bruscos, su pierna debía sanar y lo mejor era que permaneciera quieta. Me acerqué a ella tanto como fuese posible acariciando su cuerpo hasta que los dos caímos en un profundo sueño. (…) En una semana terminamos de recorrer algunas zonas de la isla Skye, por la herida en su pierna no quise adentrarla a muchos sitios pues requerían de caminatas extensas y aun cuando la cargara podía lastimarla. También recorrimos varios pueblos aledaños en la zona nororiental del país, no tengo palabras para describir todo lo que sentimos cada día, parece repetitivo, simple y carente de emoción y acción, pero cada segundo que pasamos al lado del otro era significativo. En esos días descubrí quién era ella nuevamente, se mostraba conmigo de forma honesta, incluso sus risas no eran como en semanas previas, todo lo contrario, su sonrisa era más gélida y al mismo tiempo diáfana al igual que su mirada, con ellas me expresaba todo lo que sentía dándome a comprender que mi corazón seguiría latiendo con desenfreno por ella. Algo que adoramos en demasía era escuchar los relatos y cánticos en diversas zonas, aquella lengua que te transportaba en el tiempo con su historia, la música tan mítica que parecía darle vida a la fantasía era grandiosa. Mi pequeña se dejó llevar con todo y aprendí en qué momentos desde que empezamos este viaje realmente fue ella, nunca se lo dije, pero no fueron muchas las ocasiones que actuó, sabía que en su momento se lo explicaría cuando ella fuese más consciente de sus emociones. Al llegar la segunda semana su pierna estaba mejor, todavía no debía dar grandes caminatas, pero al menos podía moverla sin sentir tanto dolor. Le propuse regresar a la ciudad para visitar por última vez a Travis y después regresaríamos a Nueva York, ella quedó un poco pensativa al respecto mas no objetó por el hecho. —Creo que en este o el otro año aprenderé a conducir —dice de la nada en lo que vamos por carretera rumbo a Birmingham. —¿A qué viene eso? —Muchas veces me aburre tener que depender de alguien para transportarme a algún lugar, tal vez pueda hablar con mis hermanos para buscar un vehículo y de ser necesario adaptarlo para mí. —Me parece bien, solo que no puedes transportarte dentro de la ciudad por el tema de la edad. —Lo sé… A veces no sé qué me molesta más, si ser como soy en vez de tener la mentalidad de una niña o tener el cuerpo de una, pero sí sé que me asfixia tener once años cuando no me siento de esa forma. No pude responder a eso más que al dar un profundo respiro, en gran medida también me fastidiaba lo mismo, anhelaba que fuese una mujer para poder estar con ella sin restricciones de ningún tipo, pero ninguno de los dos tenía el poder o la capacidad de cambiar la realidad. —Solo hay que esperar mi pequeña, te aseguro que el día que menos lo esperes crecerás y desearás tener nuevamente esta edad para hacer muchas cosas. —Lo dudo, considerando el hecho de que no tuve una infancia y he vivido como un adulto desde que tengo uso de razón... Prácticamente crecí un milenio en mi primer año de vida, no tuve un solo recuerdo feliz, no sé lo que significa alegrarte porque te den un peluche o tener la ilusión e inocencia de un infante. Sentí mucho resentimiento por esas palabras, unas que movieron fibras profundas en mí al recordar mi infancia y todo lo que viví junto a las personas que se suponía debían amarme, cuidarme y protegerme. —A pesar del tortuoso pasado que tienes debes estar agradecida por el presente que se te obsequió, lograste encontrar a dos personas que te adoran con el alma, darían lo que sea por ti y han cuidado tu vida con todo su amor, creo que mejores padres no pudiste tener y eso es algo que no todos pueden decir. —Aunque no lo parezca, sí lo hago, Livi y Marcus son los mejores padres del mundo, cada uno me ha brindado mucho más de lo que pude imaginar, incluso mis hermanos lo son todo para mí y eso incluye a Travis. La observé unos segundos sonriente al saber que le importa mi hijo. —¿Qué significa él para ti, Rag? —Lo veo como otro hermano, es entretenido bromear con él y me recuerda mucho a ti cuando hace ciertos gestos, sé que no es como nosotros y aun cuando lo dejaste en manos de Livi, considero que Trav aprendió muchas cosas buenas de ti. —Nunca tuve nada bueno para darle excepto a Livi y Samuel. —En eso te equivocas, su sentido de la responsabilidad, la fascinación por su carrera y el interés por la familia son propios de ti, parece de Livi, pero la forma de ejecutar se inclina más hacia ti. Jamás lo vi de esa forma, creo que todavía me niego a esas palabras aun cuando salgan de su boca. —¿Sabías que Travis escogió estudiar medicina por ti? —No, solo me dijo que le llamó la atención, pero nada más. —Un día se lo pregunté cuando no estabas en casa, él me dijo que tú fuiste su inspiración para escoger la carrera y su especialidad en pediatría fue por Livi, de esa manera retribuía lo mejor de sus padres al ayudar a otros. No pude evitar sonreír al escuchar esa confesión, saber que fui la inspiración para algo bueno en la vida de mi hijo valía todo para mí, Livi me lo había dicho siempre, pero que un tercero me lo hiciera saber me hizo pensar que tal vez no hice todo tan mal. (…) Universidad de Birmingham – 6:27am —¿¡SE PUEDE SABER QUÉ SIGNIFICA ESTO!? —Ya deja de gritar Travis, hicimos un largo viaje para llegar temprano y estamos agotados. —Es cierto, mejor vuelve a dormir que no entras a clase sino hasta la tarde —dice mi pequeña en el mismo tono agotador que yo. —¿Acaso ustedes no conocen el respeto a la privacidad de otros? ¿Qué pasaría si me hubieran encontrado con otra persona? —Simple, estaríamos de la misma forma, ahora calla y duerme —cínica hasta el final. Trav intenta levantarse, pero esta vez lo retengo más fuerte para que no salga de la cama... aunque todavía no se percata de la sorpresa que le hicimos. —Suéltame de una buena vez, no quiero que nos encuentren de esta manera —me ordena con firmeza. —Travis deja de hacerte el difícil, lo único que queremos es dormir contigo unas horas y no te muevas tanto o puedes lastimar a Rag. Él se queda mirándonos preocupado calmando sus movimientos. —¿Qué te pasó chiquita? —ella levanta su rostro afligido y ya sé por dónde irá esto. —Tuvimos un incidente en las Tierras altas y mi pierna quedó lastimada, por suerte Oz me atendió a tiempo, pero me duele en algunos momentos —...Round 2. Mi pequeña descubre su pierna dejando ver el vendaje, él se sienta para intentar revisarla, mas ella y yo lo hacemos acostar nuevamente entre los dos. —No te muevas Trav, mejor duerme y ya después me revisas, igual te recuerdo que tengo un excelente doctor a mi completa disposición —Chiquita, esa herida no es pequeña, déjame al menos estar seguro. —Mejor abrázame y más tarde me compras un dulce de aquella repostería, pero primero vamos a dormir que Oz y yo estamos demasiado agotados —dice con esa vocecilla de niña dolida. Definitivamente estoy muy orgulloso del trabajo actoral de mi pequeña a pesar de todo. Trav como siempre no pudo resistirse a sus encantos y la abrazó con mucho cariño, dejé mi mano sobre él para acariciar el brazo de ella mientras ambos caíamos nuevamente en un profundo letargo. (…) 10:49am —Esto es el colmo Benji ¿Cómo puedes ponerla por encima de mí que soy tu novia? —Tiff ya basta, escucha las ridiculeces con las que sales, estás hablando de mi prima, prácticamente es mi hermana y la tratas como si fuera quién sabe qué. —¿Ridiculeces dices? En diciembre se la pasó encima de ti todo el tiempo y ahora que vengo a darte una sorpresa, resulta que la sorprendida terminé siendo yo al encontrarlos desnudos en la cama, eso es muy de hermanos ¿no? Y eso sin mencionar a tu padre. Rag y yo permanecíamos en total silencio mientras disfrutábamos de una taza de café que le encargamos al compañero de cuarto de mi hijo, no íbamos a meternos en esa discusión, pero estábamos aburridos de los gritos de esa mujer. —¡Estás loca Stefany!, ellos son mi familia, es mi padre y mi hermana y ellos siempre serán lo primero para mí, pero lo que dices se sale de toda proporción. Mi pequeña deja su taza en la mesa y se levanta quedando abrazada de él quien la recibe como protegiéndola de aquella mujer… Round 3. —Trav quiero irme de aquí, tengo miedo. —si no te conmueve esa carita y su voz asustadiza, no sé qué lo haga. —Todo está bien chiquita, regresa con mi padre y mejor vayan a otro lado, después los alcanzaré. Aquella mujer voltea sus ojos fastidiada negando con su cabeza, pero mi pequeña no dará su brazo a torcer. —No pienso dejarte solo con esa loca chillona —bebí pronto de mi taza para evitar reírme y arruinar su show. —¿¡No le dirás nada!? ¡Escucha cómo me trata! —¿Sabes qué? Ya me cansé de estas estupideces, mejor lárgate de aquí porque no voy a seguir permitiendo que insultes a mi familia y ella tiene razón, no eres más que una loca chillona. —¿¡Acaso estás terminando conmigo!? —Y créeme que no tengo arrepentimiento alguno. Ella levanta su mano dispuesta a abofetearlo, pero él logra evitarlo, levanta su otro brazo intentándolo una segunda vez y mi pequeña la empuja hacia la puerta haciendo que caiga en el pasillo… y por el semblante de su rostro es bastante claro que sacará las garras. —No eres más que una fastidiosa controladora niñata de papá, pero no voy a permitir que golpees a mi hermano y si te atreves a hacerle algo, te juro que expondré las fotos en las que apareces muy sonriente con cierto personal directivo de la universidad —esa pequeña es fuego puro. La escandalosa quedó aterrorizada y salió corriendo rápidamente, Travis llegó a ver las fotos de las que habla Rag donde aparecía su ex novia teniendo sexo con un par de docentes y alguien de la junta directiva, lo que lo hizo sentir mejor de su decisión.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD