Golpe tras golpe, fue lo único que sintió Rose en su cuerpo antes de perder el conocimiento tratando de escapar de las manos de Eros. Su cabeza chocó tan fuerte contra la mesita del centro que todo su cuerpo se convulsionó sin reparo alguno, de tal modo que sus ojos se cerraron rápidamente.
Eros al ver el estado en el que la omega cayó en el piso, dejó aún lado sus golpes sin sentido, y la movió de un lado a otro, al ver que la sangre salía de la frente de ella era tanta, la sacó de la casa y la llevó al hospital más cercano.
El teléfono de la omega no dejaba de sonar en el bolsillo de éste por lo que terminó de entrar en pánico cuando vio de quién se trataba. Se puso de pie en la sala de espera y respondió a las preguntas que el médico le hacía, pero a su manera. Lamentablemente, los go
