**SERAPHINA**
No sé cómo explicarlo sin que parezca que perdí la cordura, pero quizás la perdí, y me da igual. Esta mañana desperté con el corazón saltando en el pecho como si llevara resortes en lugar de latidos. Algo me decía, con esa certeza inexplicable que a veces trae el alma, que Sterling estaba cerca. No eran suposiciones; era una verdad grabada a fuego en cada fibra de mi ser.
Él insiste en poner distancia. Sus palabras construyen muros, frías y calculadas, como si intentara convencerse a sí mismo de que no quiere esto. Pero sus ojos… sus ojos lo delatan. En ese instante fugaz en que me mira, hay un destello de rendición, como si por un segundo bajara la guardia y dejara ver todo lo que intenta ocultar. Y yo… no puedo evitarlo. Me río sola en mi habitación, me abrazo fuerte como
