Aurora:
Ni si quiera la superpoderosa sopa de mi amorosa abuela, logro levantarme el animo…
-TOMALA GATITA, me dijo mientras yo tan solo miraba el plato y giraba la cuchara , no era sencillo, de alguna forma solo podía conectarme a mama con el vestido, y ese niño grosero lo había estropeado.
De verdad ¿Quién corre en una iglesia? Que mal educado, y no bastando con eso, vamos a verlo al hospital, y nos grita "FUERA DE AQUÍ", tenia cara de ángel, pero era un demonio, espero no volver a verlo jamás, ademas no creo que tenga el valor para volver a la iglesia despues de la manera en que se comporto.
Olvide todo aquello, tan solo arrancar el lunes, esa semana en el colegio, llegaron unas niñas nuevas al salón, tenían un año mas de edad que yo, pero toda una vida de experiencia en su andar, se llamaban Susy y Sofía, eran primas.
Susy y Sofia tenían poco tiempo en el país, usaban maquillaje como casi todas en el salón, quizás un poco mas, bueno en realidad mucho mas, sus faldas eran mas cortas, se excusaban con los profesores, diciendo que era la talla que habían conseguido.
En su país natal, practicaban voleibol, o al menos eso nos contaron, se podía notar en sus piernas, pero lo que mas sorprendía de ellas, era la liviandad con que hablaban de temas eróticos.
-SE LA CHUP+ Y EL MUY TONTO SE VINO EN MI CARA, AUN ASI… FUE EMOCIONANTE.. decía Susy entre risas traviesas.
-Y a ustedes, ¿ se les han cor+++do en la cara?
Preguntaba Sofía, nosotras nos mirábamos unas a las otras, mis amigas habían tenido novios, solo de besos, yo tuve uno, antes de mi primer periodo, pero nuca lo bese, mas fue como un reto de parte de las chicas, por lo que accedí a darle el si, pero ni si quiera estaba cerca de hacer las cosas de las que hablaban, de hecho me estaba enterando de que el p++e se puede chupar.
Desde niña, tenia una meta , quería dedicar mi vida a Dios, soñaba con que me llamaran “Sor Aurora o Hermana Aurora” , y nada me desviaría de mi meta, aun asi, las oía, por educación, y debo aceptarlo por un poco de curiosidad, no estaba tan mal enterarse de cosas de las que jamás hablare como protagonista, pero quizas si estaba mal, sentir un cosquilleo al oir esos temas.
El señor Urbina fue por mi uno de esos días, nunca me avisaba cuando iria, solo llegaba al colegio y decía que estaba cerca, y que aprovecharía de llevarme a casa, normalmente yo iba y venia en bus, pero ahorrar un pasaje no me caería mal.
Estaba con las chicas, que me pedían unos apuntes a la hora de salida, lo vieron acercarse y lo miraron muy extrañadas…
-HOLA NIÑAS, dijo el señor Urbina, sonriendo con las manos en el bolsillo, tan extraño como siempre
-¿ES USTED EL PAPA DE AURORA? Le pregunto una de las chicas
-NO , YA QUISIERA SERLO, respondió el, mientras miraba las piernas de las chicas, algo que me pareció muy extraño en el.
Le di mi morral a Susy, le dije que me lo entregara al día siguiente, y me despedí. Al subirme al auto, note que el señor Urbina me miraba las piernas también, pensé: “quizás siempre lo hace, y solo hasta hoy me doy cuenta”, y camino a casa meditaba en no volverme a subir en su auto, pues me causo una inquietante y desagradable sensación.
Al día siguiente, las chicas me comentaron que encontraron muy extraño al señor Urbina, me pidieron que me cuidara, yo las tranquilice, les dije que lo conocía desde hace años, que aunque parecía raro, era un buen hombre e iba a la iglesia.
-HABLEMOS DE COMO PERDIMOS LA VIRGINIDAD, sugirió Sofía con cierta malicia, y Empezaron a contar anécdotas que parecían de otro mundo al que yo vivía, me incomode un poco, y mentí con ganas de ir al baño, me levante e intente salir sin que lo notaran. . .
-SI ES MEJOR QUE NO OIGAS ESTAS COSAS, dijo Clear, mi mejor amiga, y Remato con:
-LA MONJA NO PUEDE SABER LO QUE SE PERDERA, y estallaron en risas, Susy y Sofía se reían, pero no sabían aun que Clear hablaba en serio, y que yo quería ser Monja.
La semana paso, sin mas que agregar que la rutina, desayunar avena con mi abuelita, y hacer mis tareas.
Era sábado, y mi día de alabar al señor, había llegado al fin, Había comido junto a mi abuelita, quien los sábados preparaba Pizza para desayunar, amaba los sábados, amaba a mi abuela, amaba la pizza y amaba ir a la iglesia.
-“Apúrate” dijo mi abuelita, el señor Urbina ya vendrá, Ufff, voltee mis ojos y sacudi mis hombros, no recordaba lo inquietante que se había vuelto , sobre todo después de ese día, en el que me di cuenta que nos miraba, quería equivocarme, y pensar que no nos miro con mala intencion, pensativa, me dirigi a mi abuelita, y con las manos en la cintura, le pregunte:
-¿DE DONDE CONOCES AL SEÑOR URBINA? Ella me contesto :
-“de la iglesia, cuando enfermaba, el reunía cooperacion entre los miembros de la iglesia, compraba medicamentos y algo de comida, siempre ha sido amable”
Me sentí mal, quizás me deje llevar por la opinión de las chicas, si el ayudaba a mi abuela, con buena intención, no debería ser un mal hombre, termine mi rica pizza, mientras recogía la mesa sonó la bocina del señor Urbina.
-ES EL dijo abuelita, le di un beso en la frente, le pedí que me bendijera y Salí.
-QUE BIEN TE VEZ DE AMARILLO, fue su saludo, YA ESTAS HECHA TODA UNA SEÑORITA EH, termino diciendo mientras tomaba sus gafas, vaya que me había vuelto a incomodar, pero solo sonreí con educación y subí al auto, llevaba puesto un conjunto de short y blusa amarilla, con el cual tenia 2 años, pero ahora con mi abultado cuerpo , lucia diferente, el short se ajustaba a mis grandes nal++s, y la blusa con suerte cubría mis pechos, casi no podía levantar las manos pues descubría mi estrecha cintura, necesitaba ropa nueva, era obvio.
-Llegamos a la iglesia, el señor Urbina apago el auto, y me dijo que me llevaría, me tomo la mano , como niña de 6 años , me incomodo un montón, pero seria mas incomodo pedirle que me soltara, asi que solo camine, pensando que el se sentía como mi padre, entramos a la iglesia y al cuarto de música, unos niños hablaban y sor Patricia leía la biblia.
-BIENVENIDA dijo cuando me vio, ¿PUEDO TOCAR EL PIANO? Le pregunte para soltarme del señor Urbina.
-CLARO , TOCA, COMENZAREMOS EN UNOS MINUTOS.
Me dirigí al piano , Mientras los niños me miraban con la boca abierta, debí venir con vestido, esta ropa ya no me queda como hace dos años, no les hice caso y me senté, mientras el señor Urbina me gritaba:
-VENGO EN UN RATO, le levante el pulgar, y empecé a tocar, muy concentrada y feliz, de estar alli, en mi segunda casa.
-Mientras tocaba, oí la puerta abrirse, y un olor a perfume de varón muy rico llego a mi, estaba extasiada entre el piano y el olor, me sentía en las nubes , cuando de pronto oí ese nombre, "STEPHEN" , el nombre que tenia la cama del hospital, al que fui hacia unos días, el que arruino mi vestido, el mal educado que nos grito "FUERA DE AQUÍ" en el hospital, deje de tocar… y voltee la cabeza para confirmar, y si…era el…