Pequeña Confusión

Capítulo 9 Reencuentros

No me podía quejar mi semana había sido perfecta, sin ningún contratiempo, al igual los niños están encantados con su cambio, aquí nadie los molesta al contrario son la gran sensación.

Había decidido salir hoy a tomar una copa, así que estoy alistándome para salir

- Hola, Erdoğan no será necesario que vengas por mí, iré a una reunión – mentí

- Como ordene señora

- Gracias

Era un momento para mí, así que me apresuré a guardar todos mis avances, pero un gran alboroto me espantó

- ¿Qué demonios está pasando? – me levanto de golpe y salgo a ver

Todo el personal está como loco, corriendo como desesperados, en verdad no entiendo lo que está pasando, así que no le tomé importancia y seguí con lo que estaba.

Al cabo de unos minutos ya no se escuchaba ruido. Tomé mi bolso y salí de la oficina, pero no encontré a Dilay por ningún lado, así que le dejé una nota.

Cuando estoy en recepción comenzaban me miraban de una forma muy extraña, ¿Acaso tendré alguna mancha en la ropa? Miré mi blusa y está perfecta

Revisé mi celular y tenía 10 llamadas de Dilay, que pesadita. Así que le regresé la llamada

- Dime Dilay ¿Qué pasa?

- Señora – se escuchaba muy nerviosa – necesitamos que venga a la sala de juntas, el jefe quiere hablar con usted

- ¿Es importante?

- No

- Entonces puede esperar para el lunes

Finalicé la llamada, no me quedaré más tiempo porque el jefe lo esté pidiendo.

- Señora – me llama el chico de seguridad

- ¿Si?

- La esperan en la sala de juntas

Me sacan de mis casillas, pongo los ojos en blanco y me voy nuevamente hacia los elevadores, me molesta que hagan esto.

Mi humor está por los cielos, así que voy directamente hacia la sala de juntas y al verme entrar todos murmuran y se quedan callados

- Dilay ¿Qué pasa?

- Solo estamos teniendo una reunión rápida el jefe solamente quería darle las gracias

- Y para eso me hace venir, pudo haberme mandado un mail, fax o una llamada

- No soy ese tipo de jefes señorita, a mí me gusta hacer reuniones para felicitarlos ¿tan malo es? – me quedo quieta al escucharlo

- Perdón no era mi intención – al voltear a verlo abro demasiado los ojos - ¿Amir?

El rostro serio de Amir me deja sin habla, aquel hombre de traje n***o lo ha vuelto a hacer, me esboza una pequeña sonrisa y me mira fijamente

- Veo que después de todo nos volvemos a encontrar

- ¡pero qué sorpresa! – me emociono tanto y lo abrazo

Todos se quedan en un silencio incómodo, es como si estuviera rompiendo reglas de la realeza o algo por el estilo. Alguien comienza a toser, para interrumpirnos.

- Perdón – estaba demasiado nerviosa – Amir, no, señor Yilmaz

- Tranquila señorita Jazmín

Estaba como un tomate, Dilay estaba ocultando su risa. Acabo de hacer un mega oso enfrente de toda la empresa.

Nuestro departamento de exportaciones está mejor que nunca, se han cumplido las metas en menos de una semana y esto gracias a mi trabajo.

Amir escucha atentamente sobre los avances, nos felicita por el gran trabajo

- Eso sería todo, pueden marcharse

Me despido de todos

- Señorita Jazmín, aguarde un momento

Esperamos a que todos se retiraran, volví a sentarme lejos de el. Cerró la puerta y se acomodó a mi lado

- Al parecer te agradó verme – lo dice de una forma burlona

- Si, no, digo – comencé a morderme las uñas

- No hagas eso – tomó mi mano y miró mi desastre – tendré que castigarte cada vez que te muerdas las uñas

- Eso me decían de niña – me reí

- Teniendo en cuenta que es un mal hábito

- Quiero disculparme por lo de hace rato, en verdad no estoy acostumbrada a este tipo de reuniones

- Veo que tus antiguos trabajos eran pésimos y que no te dieron un trato digno

- Si

Algo me llama la atención, trae un anillo de casado. El nota mi mirada y trata de ocultarlo

- En hora buena – me levanto – si me disculpa tengo que irme

Me apresuré a salir, pero si seré, era más que evidente que se iba a casar, además yo no puedo hacerle una escena de celos y mucho menos de pedirle una explicación. Comienzo a regañarme por mi comportamiento de niña mal criada, no debe importarme