Pequeña Confusión

Capítulo 5 Cita

Estaba de manteles largos, por fin me habían dado la planta en el restaurante y en la pastelería, lo cual significaba que podría salir de todas las deudas acumuladas.

Me di la oportunidad de ir a tomar un respiro, sé que en ocasiones le pido muchos favores a Carmelita, pero esta vez, ella me dijo que saliera y me divirtiera un rato.

Había decidido ir a un bar tranquilo, escuchar un poco de música me vendría bien. Mientras disfruto de mi cóctel canto la canción de Sam Smith Dancing with a Stranger es demasiado buena.

- ¿Jazmín? – volteo y me encuentro con esos ojos grises

- ¡Steve! – lo saludo

- ¿Qué haces aquí sola?

- Celebrando – levanto mi copa

- Te haré compañía, una bella dama no debe estar sola

- Gracias

Platicamos de todo y de nada, pero reíamos de todas nuestras vivencias, ha comenzado su propio negocio de exportaciones, él nació en Maceió, Brasil. Pero a muy corta edad se mudaron a Manchester. En ocasiones viaja a su natal Brasil y poder convivir con el resto de su familia.

Entendió perfectamente mi historia y que ahora me hago cargo de dos niños de 4 y 2 años

- Lamento escuchar eso Jaz

- Tranquilo, al menos ellos tendrán a alguien que los cuide y los ame mucho

- Sé que así será

Ya era un poco tarde, así que me despedí de él

- Me encantaría volver a verte – yo sonrío

- Está bien – le doy mi número y me despido de el

Estoy flotando, ya ansío demasiado verlo. Podría decirse que no estuvo tan mal después de todo. Tenerlo tan cerca hizo que me entrara un calor terrible.

Me preparaba para dormir cuando sonó mi celular

- Hola

- Jaz, acabo de hacer la locura más grande de mi vida, ¿Podrías asomarte por la ventana? – me reí muy nerviosa

- No creo que estés aquí afuera del edificio

- Por favor asómate – hice lo que me pidió y ahí está

- Voy a subir, por favor ábreme – finalizó la llamada

Como pude me arreglé un poco, así que corrí a abrirle la puerta, al verme me besó.

Era uno de esos besos de novela, deseado, fuerte y muy lujurioso. Continuamos con nuestro beso y lo profundizamos cada vez más.

Lo tomé de la mano y lo llevé directamente a mi habitación, deseaba, anhelaba, soñaba con este momento. Se quitó rápidamente la playera, yo hice lo mismo.

Ninguno de los dos decía algo, el me miraba con demasiado deseo, así que terminé de desnudarme. El hizo lo mismo.

Sacó de su pantalón un preservativo y se lo colocó con gran maestría, yo esperaba el momento

- Toda la noche deseaba hacerte esto

Me embistió lentamente, me acoplé rápidamente a él, yo deseaba que fuera un poco más salvaje, que me dejara sin aliento. Así que lo tomé por las nalgas e hice lo que tanto adoro.

Este hombre tiene una gran maestría en besos candentes, sigo retorciéndome debajo de él. Entre cada embestida hace que vea el paraíso.

Estábamos tan cansados que me quedé dormida inmediatamente.

Las risas de los niños hicieron que me despertara un poco alterada, vi que estaba sola en la cama. Aproveché para darme una ducha rápida y arreglarme para irme a trabajar.

Al salir me encontré a Carmelita, Steve y a los niños desayunando alegremente

- Buenos días Jaz, ¿café? – me ofreció Steve

- Si, gracias

La cara de Carmelita era un poema, ver aquel hombre por la casa era un milagro, jamás me había visto llegar con alguien así. Se lo comía con la mirada, le veía las nalgas y levantó los pulgares, es como si me dijera “está bien sabroso”

- Bien niños, debo ir a trabajar, pórtense bien

Tomé mis cosas y me despedí de todos, había olvidado por completo que Steve se había quedado toda la noche

- Perdón Steve, casi lo olvido – no me dejó terminar, ya que me dio un beso

- Yo te llevo

Me regañaba mentalmente, no debe pasar lo mismo de ayer, debo estar tan concentrada en el trabajo, así que apagué mi celular y continué haciendo magia en la cocina.

Como lo prometió tuvimos una cita, pero dejamos muy en claro que no sería una relación amorosa, más bien sería encuentros casuales y salidas de amigos. Él tampoco quería algo muy serio, ya que empezará a viajar mucho y no tendrá tiempo.

Accedí sin problemas, digamos yo tampoco quiero que mi tiempo sea en una relación.