Aproveché mi mañana para llevar a los niños a la escuela, los notaba felices y a la vez un poco melancólicos, no querían de nuevo dejar a sus amigos y comenzar de nuevo.
Esto era muy difícil, lo sé, pero no me rendiría, así que, regresando a casa, comencé con mi búsqueda de trabajo.
Erdoğan me comentó acerca de la empresa de los Demir, así que investigué un poco y era mi día de suerte vi que estaban solicitando el mismo puesto que yo tenía con los Yilmaz.
Decidí acompañar a Ayla a hacer las compras y ayudarla a preparar la comida, era tan paciente conmigo cuando preparaba las hojas de parra, una delicia turca.
- Señorita Jazmín tiene una llamada – interrumpió Erdoğan
- Gracias Erdoğan
- Hola, buenas tardes – contesté
- ¿Señorita Mosquera? – una v
