El amor lo puede todo? Tom Holland y Tu

Another goodbye

Debería considerarme una experta en despedidas a estas alturas. Tal vez podría empezar un canal de youtube para ayudar a los demás a lidiar con ellas. Se llamaría algo así como “Como despedirse de tu novio famoso por millonésima vez y no llorar como magdalena”.  Seria todo un éxito.

La noche se cierne sobre nosotros. Debería intentar dormir un poco ya que mañana por la mañana me ira a dejar al hospital y luego se marchara, pero simplemente no puedo. El insomnio se ha apoderado de mí. Observo sus facciones en la penumbra. Su nariz recta pero levemente deformada por las veces que se la ha fracturado, sus labios finos entreabiertos, su cabello que se arremolina en perfectos rizos sobre su frente. Añoro esos días en que estábamos juntos y nada nos preocupaba, ni su trabajo, ni mis clases.

Me acerco un poco más a su lado, para mirarlo más de cerca. No debería despertarlo, debería dejarlo dormir. Me acerco lentamente a su mejilla, de la cual ha comenzado a sobresalir un poco de barba, y deposito un suave beso en ella.

Tom se remueve un poco, y sus brazos atrapan mi cintura acercándome más a él. No llevo más que una camiseta suya, por lo que el contacto de su torso con mi pecho me hace estremecer. Mantiene sus ojos cerrados, pero esboza una sonrisa somnolienta.

-Parece que alguien no puede dormir-susurra. Sonrío tímidamente.

Coloco mis manos en su pecho, y con la yema de mis dedos trazo pequeños círculos en su piel. Tom abre los ojos y me mira con intensidad.

-¿En qué piensas?-pregunta. Me encojo de hombros y fijo mi vista en mis dedos.

-En lo mucho que te extrañare-admito.

-Serán solo unos días, ya verás cómo se pasan volando-dice.

-Quedan dos semanas para tu cumpleaños-digo con tono amurrado, como si fuese una niña pequeña.

-No es nada-replica.

-Es mucho-le contradigo. Levanto la vista para mirarlo a los ojos.- Y luego de eso no nos veremos por al menos un mes, probablemente más.

-¿Puedes dejar de preocuparte un minuto y vivir el ahora?-pregunta, intentando ocultar una sonrisa. Al parecer le divierte mi ansiedad.

-Él ahora es depresión-replico enfurruñada. Abro la boca para seguir hablando pero entonces me besa.

Su boca atrapa la mía y yo no me opongo. Entreabre sus labios y su lengua roza mi labio inferior, haciéndome jadear. Profundizo el beso, mi lengua roza la suya, sus manos me aprietan contra él, para que ningún solo centímetro de mi cuerpo se separe del suyo.

Mis manos e deslizan por sobre su piel hasta encontrar la pretina de su bóxer, mientras que las suyas viajan hasta mis piernas y de un solo movimiento, me quita la camiseta, dejándome completamente desnuda. Sus bóxer salen volando por los aires, y caen en algún recóndito de la habitación. Tom comienza a besar mi cuello, mientras mis dedos se enredan en sus cabellos. Giramos, dejando a Tom sobre mí. Enrollo mis piernas en sus caderas, acercándolo a mí, mientras sus manos trazan su camino de fuego por mi cintura, y su boca muerde y succiona con suavidad la delgada piel de mi cuello. Se separa unos segundos para buscar un preservativo y colocárselo, y luego arremete contra mí.

Juro que el provoca en mi la sensación de mil fuegos artificiales explotando en mi piel. Sus besos son fuego puro, sus caricias, pequeñas bombas que me hacen explotar. No hay nada ni nadie que desee más en el mundo que él, es todo lo que necesito.

Cuando llega la mañana y el coche e detiene frente al hospital, no me siento más preparada que antes. Guardo mis lágrimas para más tarde, no quiero hacerlo sentir mal. Lo abrazo e inhalo el aroma de su piel, enterrando mi cara en su cuello.

-Te amo-susurra entra mi oído.

-Yo a ti-susurro. Me separo lo suficiente para verlo a los ojos.

-Nos veremos antes de lo que piensas-afirma, muy seguro de sus palabras. Sonrío con desgana.

-Realmente eso espero-replico.

Me acerco para darle un último beso. Llegará el día en que no tengamos que despedirnos más, en que podre dormir todas las noches junto a él, pero hasta entonces, supongo que no me queda de otra más que ser experta en despedidas.