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-Tienes una semana para pensarlo.-Me amenaza con ternura mientras le da un beso a mi pequeña nariz, para luego levantarse del suelo sacudiendo la arena de sus pantalones.-Ahora ven.-Me ofrece su brazo largo, mientras que yo lo tomo de inmediato.
Después me encamina hacía el auto, por un momento creí que ya nos iríamos, pero él solo abrió la cajuela, sacando una valija color vino, dejándola en el suelo para luego abrirla. En ella había algunas toallas y una chaqueta de color n***o.
¿Qué demonios está pasando ahora? Me pregunté a mi misma más de una vez.
Después de sacar las toallas color beige, las pone encima del auto, y de pronto y de la nada, se quita su camiseta blanca, dejando a los cuatro vientos sus tatuajes con su hermoso cuerpo de dios griego.
-¿Q-ué estás haciendo?-P
