(30) Despertar a su lado, era como estar del otro lado del mundo. Podría decir que algunas cosas cambiaron y otras no. Demian sigue con su mismo carácter, y por alguna razón ya no me molesta tanto. A veces discutimos y más que eso; nos gritamos tan fuerte, que se puede escuchar hasta el centro de Londres, pero él siempre logra compensar sus gritos y los míos, al amarnos de la manera en la que lo hacemos en la noche. Somos bastante diferentes, ya que él siempre fue una clase de niño rico, y mis días de niña rica solo duraron un poco menos de un año; así que estoy tratando de comportarme de la manera en la que él quiere, pero a veces lo sacó de quicio, porque es difícil cambiar. Él ha cambiado bastante por mí, y yo quiero hacerlo también por él. He comprado bastantes libros en Internet

