El sol se colaba sin recato alguno a través de las blancas y delgadas cortinas, la radiante luz matutina lograba irritarla, nunca le había gustado el sol, levantándose de su lujosa y cómoda cama, corría las cortinas para sumergirse de nuevo en las penumbras, el aroma del café la despertaba por completo, era hora de comenzar la mañana, y con ello, los mil pendientes que tendría que realizar uno a la vez, sirviendo el delicioso café en su taza predilecta, recordaba aquella corta charla que sostuvo con Alice Wright en el que había descubierto, era el departamento secreto de Hades, su impresión había sido mayúscula al descubrir que ya se encontraban viviendo junto, y, que además, su pequeño hijo vivía con ellos, aquel hombre poderoso y temible, al que había conocido muchos años atrás, había ca