Entre el amor y la guerra

Capítulo 15

Victoire Jussieu

Desde que inició la persecución que amenaza con acabar con nuestro poder no he tenido un segundo de descanso, la constante preocupación no me deja tranquila por lo que mis días pueden resumirse a trabajar, investigar y pensar en como resolver los problemas que ahora me molestan.

Sin embargo antes de hacerlo, voy a tomarme un día para descansar de todo lo que engloba ser la cabeza de la mafia, solo quiero ir a una carrera de autos, de incógnito, para pasar desapercibida y que nadie más que mi asistente sepa quién se esconde detrás de la mascara.

Porque ni siquiera a Logan le diré que volveré a las carreras, porque hace años dije que no lo haría, por mi seguridad, sin embargo ahora es buen momento para tener un poco de diversión entre tanto caos que hoy en día me rodea.

Todo se ha descontrolado de un tiempo para acá, como si hubieran destruido el perfecto rompecabezas que había creado para mi organización, dejándome muchas piezas desordenadas que ahora debo acomodar sin ayuda de nadie, porque así es esto, o haces las cosas tu mismo o mueres en el intento.

Es por ello que prefiero arreglarlo antes que todo me caiga encima, sin embargo aún tengo un día de descanso entre todo para relajarme y pensar con la cabeza más fría, me estiro en la cama sintiendo las sábanas debajo de mi cuerpo, mis ojos se mueven por mi habitación la cual se haya en pleno silencio, anoche avisé que el día de hoy no trabajariamos, por lo cual nadie me molestará.

Me levanto aún soñolienta y me dirijo al baño donde me preparo un baño caliente, me quito la ropa dejándola sobre el lavamanos y entro cerrando la puerta transparente detrás de mi, alrededor de media hora después salgo envuelta en una toalla preparada para ponerme algo cómodo, planeo estar en casa todo el día para salir en la noche a las carreras.

Al final después de varios minutos me decido por un vestido blanco ancho muy cómodo, busco unas sandalias bajas del mismo color y salgo de la habitación con el cepillo en la mano para ir peinando mi cabello.

Al llegar a la cocina me siento frente a mi ama de llaves quien me da una sonrisa al verme.

—¿Dormiste bien?—pregunta y yo asiento.

—Bastante.

—La señorita April está en su oficina organizando todo como se lo pidió.

Dice y yo frunzo el ceño.

—Le dije que hiciera eso mañana, hoy descansaremos—explico y ella pone frente a mi, mi desayuno.

—Solo dijo que no quería perder tiempo además de que no tiene nada más que hacer.

Y con eso se retira.

Suspiro comenzando mi desayuno y minutos después me dirijo a la biblioteca de la casa, necesito buscar información acerca de la operación de Danielle, quiero ayudarla, esa chica aún sigue en mis pensamientos y no he sido capaz de llamarla porque si hay alguna forma de que logre ayudarla es que yo misma la opere, sin embargo me faltan muchos conocimientos para ello.

O que pague su operación.

Si no encuentro la información que busco probablemente haga eso, porque no quiero dejar escapar algo que está en mis manos cambiar, si puedo ayudarla, lo haré sin dudarlo.

Cierro la puerta detrás de mi distraídamente y avanzo hasta donde se que están los libros de medicina, busco uno en especial dando miradas ocasionales a mi teléfono donde esta la foto del libro y minutos después lo encuentro.

Me siento en uno de lo sofás de la extensa biblioteca y así paso un par de hora leyendo, lo bueno de todo esto es que siempre me ha gustado mi trabajo, este nunca ha sido algo malo para mi por lo que no me molesta leer todo acerca de el, aún más si es para ayudar a alguien.

Hace años no pude hacerlo y eso aún pesa en mi corazón y mi alma, creo que esa fue la principal razón para estudiar medicina, hacer aquello que hace años no pude, salvar a personas que, aunque desconocidas merecen una oportunidad en su vida.

Es bastante triste cuando no puedo hacerlo, porque a veces hay cosas que no tienen cura, pero la satisfacción de hacerlo me hace sentir que no le fallé a el.

Cierro el libro horas después pasando las manos por mi rostro, cada vez que estudio los recuerdos no se alejan de mi mente, aquellos en los que el estaba conmigo, cuando aún no sabía nada de medicina y veía la vida desde una perspectiva diferente.

No era tan realista en ese entonces pero ahora que lo soy prefiero no serlo, mi consciencia me traiciona a veces cuando estoy afuera de noche.

Aún recuerdo el frío de aquella calle, los pasos apresurados, los dos disparos, y por supuesto, la sangre.

Esa que cuidaba con toda mi vida, terminó derramada.

Sacudo la cabeza alejando esos pensamientos sintiendo ya las lágrimas escoser en mis ojos, me levanto dejando el libro sobre la mesa y salgo de la biblioteca buscando mi teléfono en el bolsillo.

Al ubicarlo marco el número de Danielle.

—¿Hola?—escucho que responde dos tonos después.

—Danielle, soy la doctora Jussieu. Buenas tardes.

Me muevo por los pasillos hasta llegar a mi habitación donde me siento en la cama esperando su respuesta.

—Buenas tardes doctora. ¿Como está?

—Muy bien querida, llamo para que vengas mañana a primera hora al hospital, ven con tus familiares, ya estoy organizando todo para tu operación—escucho un jadeo sorprendido al otro lado de la línea haciéndome sonreír.

—Pero... no puedo pagarlo—susurra y yo no digo nada por unos segundos.

—Yo lo haré, te espero a las siete de la mañana en mi consultorio.

—Gracias Doctora, muchas gracias.

Escucho un sollozo antes de que la llamada se corte y no puedo sentirme más feliz por su reacción, sé que talvez tenga muchas dudas acerca de mis intensiones pero estas se disiparan mañana, solo quiero ayudarla y que pueda recibir el cuidado necesario.

Despues de todo, entre mujeres debemos ayudarnos ¿No?

(...)

Busco en mi armario con rapidez algo que ponerme para esta noche, April me mira estresada dado que tengo un buen rato buscando algo adecuado para ambas, ella también llevará una máscara dado que no puedo arriesgarme que la investiguen, mucho menos exponerla al peligro de esa manera, no quiero que nadie sepa que trabaja para mi.

A mi si pueden verme cuando sea, todos saben quién soy y de lo que soy capaz, pero para ella es más peligroso todo, aún no sabe defenderse y es un blanco más fácil para sacar información.

Nunca le impondre nada que no pueda llevar, mientras no sepa defenderse debe estar de incógnito para que no quieran secuestrarla, porque de ser así no la acusaría de traición.

Ella viene de un mundo normal en el cual lo secuestros es algo muy lejano, pero en este en el que ahora la he metido es el pan de cada día, hay que evitar a toda costa que vean su rostro, que tengan sus huellas digitales o incluso que sepan su nombre.

Lo beneficioso es que no tiene familia asi que por ese lado nunca podrán chantajearla ni que quisieran

—¿Aún no te decides?—pregunta fastidiada y yo resoplo

—Debemos ser el centro de atención.

April se levanta tras escucharme y empieza a rebuscar entre la ropa algo que le interese, minutos después saca unos pantalones color n***o, uno más ancho que otro, diferentes modelos, mismos colores, seguido de eso saca dos tops, uno blanco y uno n***o.

Entonces recuerdo que tengo unas chaquetas de cuero que quedarán perfectas.

Las busco al fondo del clóset y le paso a ella la blanca, una sonrisa de aprobación se extiende en su rostro y finalmente me dirijo al baño para ducharme.

Tomo una ducha rápido dado que ya me había bañado temprano y seguido de eso me pongo la ropa elegida, en los pies me calzo unos botines negros cómodos para poder manejar con facilidad a pesar de que tienen tacón.

No me molesto en maquillarme dado que llevaré una máscara y sujeto mi cabello en una trenza desordenada.

Tomo una máscara Blanca y le paso a April una negra la cual ella mira confusa.

—El lugar a donde iremos no es seguro, no te quites la máscara, no dejes que te toquen ni digas tu nombre.

Termino y ella asiente intimidada.

—Esta bien, ¿A donde iremos?—pregunta y yo no respondo mientras salgo de la habitación.

—Ya verás.

Me dirijo al garaje donde busco unas llaves en específico, enciendo las luces dejando ver la cantidad de autos que poseo con los cuales mi acompañante queda boquiabierta.

—Esto es...

—Espero no te den miedo las carreras de autos—menciono tranquila y ella niega emocionada.

Me acerco al auto que seleccioné para hoy y subo sin esperar que ella me siga, sin embargo lo hace subiendo de copiloto.

Saco el auto tratando de hacer el menor ruido posible dado que mi ama de llaves es chismosa cuando se trata de Logan, ambos me conocen y cuidan tanto que dan miedo.

No quiero que el se entere que iré a las carreras, mucho menos que me he llevado a April.

Me sorprende la admiración que siente este por la castaña aunque apenas la conoce, es como si algo se hubiera encendido en el cuando la conoció.

Solo espero saber que pasa ahí.

Dado que el se estaba enamorando de una chica, no dejaré que se meta con April de ninguna manera a menos que aquella chica esté fuera de su vida

Ambas me caen bien asi que solo espero que haga las cosas bien.

—Ni se escucha.

Menciona ella cuando ya estamos en la carretera.

—Espera a que estemos en la línea de partida—sonrío emocionada por ello.

Tengo mucho tiempo sin asistir a las carreras, ya muchos debieron haber olvidado mis victorias, solo espero que el organizador siga siendo el mismo.

Seria una lástima tener que enseñarle quien manda a un novato.