Capítulo 33

1782 Words
Victoire Jussieu Sigo observando a mi hermano y sacudo la cabeza, debo dejar de lamentarme por el, después de todo ni el lo hace, toma todo con u optimismo propio de el. Mientras tanto me concentro en la guerra sin sentido que nard y yo nos empeñamos en seguir. —¿No tienes hambre?—pregunta Charles de repente y eso me hace volver a la realidad. Miro mi plato aún lleno y comienzo a comer sin responder, tenemos una hora para comer, arreglarnos e irnos al hospital a la consulta con la neuróloga. Además que yo debería tomar algunas consultas hoy, solo que no acompañaría a Sergio y no quiero perderme nada de lo que le digan, no cuando tiene que ver con sus recuerdos, sé que el está tan ansioso como yo por esa consulta. Más aún cuando hay mucha gente que parece recordarlo y el no lo hace. Debe ser frustrante, me gustaría ayudarlo, hacer que no se sienta tan mal por todo lo que está pasando, porque nada de esto es su culpa, ahora comprendo que tampoco fue la nuestra, simplemente hay cosas que pasan porque así tiene que ser, talvez ha sido para enseñarnos o para que aprendamos a valorar a las personas que tenemos con nosotros, porque fue un golpe muy fuerte el que vivimos con mi hermano, solo que ahora esta la esperanza de recuperar el tiempo perdido y que todo vuelva a la normalidad, o por lo menos nuestra nueva realidad, porque se que nada será como antes. Las cosas mejoran o empeoran, nunca se quedan iguales, ni las relaciones de pareja, ni las amistades, nunca son iguales, si lo son tienden a aburrir, a cansar, sin embargo cuando las cosas cambian o evolucionan es cuando sabes que todo irá bien. Entre Sergio, Logan, Charles, Nard y yo han cambiado muchas cosas, no hablo de los sentimientos, no hablo del cariño, este siempre estará e incluso con mayor fuerza sino el tiempo, la mentalidad de cada uno e incluso las prioridades. Para Leonard antes yo era una prioridad, para el resolver cualquier problema entre nosotros era más importante que cualquier cosa, sin embargo de un tiempo para acá todo ha sido más difícil, ya no soy lo que antes era para el, ni el lo que antes era para mi, sin embargo hay cosas que permanecen en lo más profundo de nuestros corazones, un deseo, un amor, unas cenizas de lo que fuimos, una leña que quiere volver a encenderse para hacer resurgir el mejor amor que he conocido en mi vida. Porque hay personas que solo pasan una vez en la vida, que por más que quieras ver pasar personas similares nunca las encontraras, porque a pesar de que todos somos seres únicos hay personas que tienen algo que los hace aún más diferentes e increíbles, que te preguntas de donde salieron o a donde piensan ir, porque quieres que se queden en tu vida pero a veces esas personas ya trazaron su camino, no te incluyeron en su viaje y por lo tanto debes dejarlas pasar. Es triste verlo de esa manera pero no puedes verla de otra forma, debes ser realista y saber que todo pasa por algo, incluso las personas, porque no todas te quieren para siempre, hay algunas que solo quieren probar un poco de ti e irse como si nunca fueran estado ahí. Salgo de mis pensamientos al ver la hora en mi reloj, me levanto indicándole a mi hermano que se vaya a alistar para que nos vayamos al hospital, April me sigue por los pasillos hasta mi habitación donde entra conmigo y comienza a buscar mi atuendo de hoy, la dejo en la habitación mientras me adentro al baño para darme una ducha y minutos después salgo envuelta en una toalla, busco con la mirada a la castaña quien se haya sentada en mi cama esperandome, con su mano señala la ropa que ha elegido la cual consiste de unos blue jeans, una blusa Blanca y unos tacones del mismo color junto a un blazer n***o. Me visto rápidamente y dejo que ella me peine mientras yo me maquillo, no tenemos nada de tiempo, por suerte ella se arregló hace un buen rato por lo que en lo que terminamos salimos de la habitación con rapidez, buscando a mi hermano quien espero que este listo, no me gusta llegar tarde. Al llegar al piso de abajo confirmo que está listo. Salimos los tres subiendo al auto con dirección al hospital, mi chófer observa extrañado a mi hermano, talvez notando el parecido entre nosotros, no presto mucha atención a ello mientras me dedico a mirar por la ventana. Minutos después llegamos al hospital, bajamos y Sergio se pone a mi lado, al entrar como siempre todos se fijan en nosotros, aún más por la presencia de mi hermano quien tiene rasgos parecidos a los míos, sin contar con el cabello y ojos del mismo color, es innegable el parecido entre ambos, quien no piense que somos hermanos es porque están ciegos. Llegamos al consultorio de la doctora Kesha, quien es la neuróloga del hospital, está ya nos esperaba por lo que no hicieron falta presentaciones. —Doctora—saluda sentándose en su escritorio, los tres nos sentamos frente a ella. —El es mi hermano Sergio, tuvo un accidente de coche hace cinco años y perdió la memoria después de ello. Explico y ella anota en su libreta cual psicóloga. —¿No ha tenido recuerdos de ningun tipo?—pregunta y yo lo miro esperando que responda. —Recuerdo a Victoire, solo algunos momentos con ella y con mi hermana Danielle. La doctora empieza a preguntarle una serie de cosas para luego hacerle una resonancia magnética, después de alrededor de una hora y media da su diagnóstico y recomienda comenzar a estimular la mente de Sergio, tenemos que empezar a hacer cosas que hacíamos cuando el estaba con nosotros, mostrarle fotos, ir a lugares que el haya visitado junto a mis padres, todo lo que podamos que le ayude a recordar, según la doctora su mente estuvo en un estado de descanso durante los últimos cinco años dado que nadie lo ayudó o guío a recordar nada, simplemente se acopló a su presente haciendo que su mente se acostumbrara a ello, es por eso que no importa el tiempo que haya pasado sino lo que ahora hagamos para cambiar ello. Debemos ponernos manos a la obra, todos, para que Sergio pueda recuperar sus recuerdos, paso a paso podemos hacerlo, incluso ya tengo una idea de a que lugar podemos ir en primer lugar, al instante donde todo comenzó. Salimos del consultorio satisfechos por todas las recomendaciones y posibles soluciones que nos da la doctora, caminamos por los pasillos con dirección a la recepción para poder firmar que estuve aquí pero no en el consultorio, solo es cuestión de rutina dado que las cámaras ya me grabaron. Sin embargo a mitad del hospital noto un movimiento extraño, mis ojos se mueven por los alrededores donde varios hombres uniformados nos rodean, tomo la pistola en mi cintura y la otra que está en mi pierna para pasársela a April quien aún no nota nada, Sergio también se ha dado cuenta y saca su pistola, un disparo se escucha haciendo que algunos civiles griten asustados. Le hago una seña a mis guardias quienes despejan el lugar en cuestión de segundos, levanto mi arma pegando un disparo en la pierna a uno de los enemigos, los ojos de Sergio se entrecierran en dirección a uno de los sujetos, intuyo que los reconoce por lo que sospecho que son los hombres de Claudio buscándolo. Uno de ellos me hace soltar mi arma en un solo movimiento y yo me lanzo sobre el antes que pueda dispararme, envuelvo mis piernas en su cabeza y hago que se quede sin aire, segundos después cae inconciente y otro se me lanza encima. Comienzo a pelear con cada uno mientras Sergio también lo hace pero este es más certero con una navaja, la sangre brota de cada uno de los que pasan por su lado y no puedo evitar hacer una mueca. Duramos alli un buen rato hasta que ya nos hemos deshecho de todos, llamo a Michael rápidamente y le pido que borre todo de las cámaras del hospital, se que los trabajadores y demás doctores se callaran por su propio bien, sin embargo no quiero problemas con los dueños del hospital, puedo comprarlos con facilidad pero esas grabaciones no pueden salir de aquí. Le pido a uno de mis hombres que se encarguen de la limpieza de todo esto mientras me quito los tacones, entro a uno de los baños donde hay algunas chicas asustadas dentro. —Ya pueden salir, si son sensibles a la sangre mejor quédense al menos media hora mientras limpian. Digo lavando mis manos llenas de sangre, limpio mis tacones blancos los cuales están iguales y April entra con una camisa blanca que sacó de mi consultorio, sonrío en su dirección algo cansada y ella me comprende a la perfección, observo como me pasa el arma que le di anteriormente y la dejo a un lado, no me preocupa ni un poco las chicas a mi alrededor. —Llegan a grabar tan siquiera un segundo y les quiebro los teléfonos. Amenazo al ver como una saca su teléfono. No estoy jugando, mucho menos de humor para aguantar a unas mocosas. —Señorita. Escucho una voz dulce, levanto la mirada en dirección a la chica de cabello n***o que me observa encantada. —¿Se te ofrece algo?—pregunto y ella asiente. —Quisiera aprender a pelear y disparar, así como ustedes. Oculto mi sorpresa mirando a April quien alza las cejas. —Esto no es un juego —No lo veo como tal, quiero aprender a defenderme, estoy sola y no quiero que nada me pase—dice y yo la miro interesada, ¿Otra chica como April? —Muy bien, me darás tu celular y me acompañaras, en mi casa te escanearemos, si tienes un chip de rastreo considerate muerta. Ella asiente y las demás chicas la ven estupefactas, por su tranquilidad puedo saber que no esta mintiendo, su lenguaje corporal la hace ver muy tranquila para la situación, al igual que lo estuvo April cuando la contraté y le expliqué lo que pasaba a su alrededor. Salimos del baño ya limpias y veo que mis hombres ya se llevaron los cuerpos, salimos del hospital como si no fuera pasado nada pero esta vez con una nueva aprendiz. Este día resultó más pesado de lo que creí.
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