Arabelle intentaba no hacer ni un solo ruido de dolor, si bien el corte no era profundo si ardía y su vestido se había empapado con algunas gotas de sangre y sentía el brazo acalambrado, el vidrio aún estaba allí y Ayla, el ama de llaves, tomaba una pinza para sacarlo, no era demasiado grande, pero si estaba enterrado en su carne. La mujer cerró los ojos sintiendo cómo ardían, las lágrimas salían solas por el dolor. El ama de llaves la miraba con preocupación, tal vez necesitaría unos puntos, no demasiados, solo en la parte donde el vidrio se había adentrado más. Ayla limpía con una gasa la sangre mientras que Osman supervisaba lo que estaba aconteciendo. Aparte de Ruzgar, Osman era quien tenía la confiaza de Kerem, incluso, para ser el unico hombre en la sala mientras curaban a su esp

