Me quedé observando atentamente a mi jefe, estaba más tranquilo que antes, no me había hablado en lo absoluto, aunque no parecía haber mucho trabajo realmente, esperaba que no hiciera gran cosa o una de sus “bromas” de hacerme trabajar durante media hora en algo que tomaría 3 horas… Aunque sinceramente, me causaba algo de repelús el que no me hubiera dicho o pedido algo. En el momento supuse que no había nada muy importante. —Disculpa. Alguien llamó mi atención, dejé los papeles y miré quién era. Mi corazón se detuvo al verlos, mis ojos se debieron iluminar al cruzar miradas en ellos. —Buenas tardes, ¿necesitan algo? — Pregunté con una amplia sonrisa en mi rostro. —Buenas tardes, si, queríamos saber si ya Andras se encuentra desocupado — Me habló directamente con esa voz… era tan herm

