La Penumbra

Mis manos sobre tu rostro 2parte

El día que Alice estuvo unas horas en casa para mí fueron los instantes más felices después de que ella ya no estaba ahí, la casa sin ella la sentía sola coma vacía y triste ella no va color no son a la casa sino también a mi vida era la responsable de que mis días fueron más felices y que al llegar a casa olvidaste todos los problemas que tenía aquellas dificultades y situaciones agobiantes y se representan en el día a día cómo era la luz radiante que alumbraba mis momentos de existencia me sentía a gusto con tenerla por lo menos unos minutos en casa cuando ella decidió marcharse, ya que ella sólo iba a buscar unas cosas que tenía en casa, Le supliqué de rodillas de que no se fuera entre paréntesis nunca yo vivía me había doblegado a alguien para suplicarle rogarle algo como pero creo que por ella eso lo ameritaba y no me llenaba de vergüenza el que alguien supiese de que yo a pesar de considerarme un hombre rígido me doblegue por ella por pedirle que se quedase porque sabía que mi felicidad pendaba de unirlo y dependía de ella era el motor de mi inspiración y ese motor se había pagado el día que se fue mi alma había perdido luz mi corazón ya no eran significante los latidos haya perdido valor mi propia existencia como el sentirme morir no había sido nada comparado con el día que ya se fue, pensé en acabar con mi vida pero sabía que muerto no lograr y tú nada así que decidí continuar y a pesar de todo intentarlo porque sabía que a pesar de de que ella estaba decidida completamente a no volver en mí había una pequeña luz de esperanza que me inspiraba a seguir intentándolo a no rendirme a permanecer firme y lograr que ella volviese.