La Penumbra

Vida pacifica

Vida pacifica

Capitulo IX

    Mañana del 23 de Abril, un amanecer bastante frio, pero muy común en Malavé, me levanto y me dirijo a la cocina por una taza de té, reviso la tetera y esta vacía, y me dispongo a hacer té, el envase donde se guarda el té, no tiene nada, y decido mejor abrir el refrigerador y tomar un vaso de agua, al abrir la puerta del refrigerador, noto que ni agua ya queda, así que mejor tomo del grifo, al abrirlo solo unas gotas salían, no había agua, ni té, ni comida, que vida tan miserable estaba llevando, quería salir corriendo de allí y lanzarme contra un camión en movimiento y acabar con mi desgracia, pero aun tenia una luz que irradiaba mi mísera vida, Alice mi querida Alice, por ella seguía vivo y por ella continuaría dando hasta el ultimo aliento que de mi emanase, ella mi todo y yo siendo tan nada, a veces creía no merecerme el amor y la atención que ella me daba cada día, y el hecho de saber que estaba en una fuerte crisis, ella aun seguía a mi lado. Un día le pregunte la razón por la que aun seguía a mi lado si no le ofrecía una buena vida, ella acariciando mi rostro, me dijo las palabras que retumbaron mi ser desde ese día, hasta el día en que me vaya de este mundo las recordare con gran afecto, ella solo me dijo: "porque te amo".