DAMIÁN
– Encontré algo.
Pensé que esta noche podría pasarla descansando, qué equivocado estaba. Caesar me llamó pidiendo ayuda con algunas cosas que ni él ni Kaelus entendían, mi primera reacción era declinar, pero al final algo en mí hizo que fuera. Me quejé del cúmulo de tareas que tenía, era como un niño, sí, pero no podía dejar pasar la oportunidad para quejarme…aunque luego mis quejas se desvanecieron cuando escuché la noticia.
Desde hace muchos años Caesar, quien era el indicado para liderar a nuestro grupo, se había relegado a sí mismo a ser un guerrero más después del fallo en la misión y posterior desaparición de Raelus. Cada uno de nosotros se tuvo que encargar de tareas especificas y, además de verificar nuestro sector, teníamos que tomar decisiones y reunirnos una vez cada semana. Entendimos porque aquel suceso impactó mucho a Caesar y como pudimos hicimos funcionar, pero era como una torre de naipes, en cualquier momento eso podía caer, y nosotros caeríamos también.
Así que escuchar que Caesar por fin se haría cargo de tomar decisiones más difíciles me alegró internamente y con gusto ayudé. Aparentemente estaban buscando información sobre nuestra empresa de limpieza, ¿por qué hacían eso? No lo supe hasta que buscando más a fondo pude encontrar cosas interesantes.
– Al parecer la empresa que usábamos anteriormente fue declarada en bancarrota y en un mes fue absorbida por Clean work SAC. Eso no sería la gran cosa si no fuera porque una vez que la adquirieron despidieron a absolutamente todos los trabajadores, administrativos y operativos, no se salvó nadie.
Seguí tecleando, en mi vista las letras y ventanas se abrían y cerraban. La información que nos importaba la guardaba en una carpeta especial y la que no la ignoraba y la desechaba. Agradecí haberme convertido en un inmortal y estar en esta época donde mi talento se podía desplegar en su máxima expresión. Mientras seguía tecleando continué hablando conforme encontraba algo nuevo.
– Una vez botaron a todos, el nuevo personal tomó sus nuevas funciones a los dos días de adquirida la empresa. Sí, lo sé, al ver tu reacción pensarías que normalmente se demoraría al menos una semana en buscar gente y acostumbrarse a las nuevas funciones, pero no. Cambiaron de nombre, cambiaron de trabajadores y asumieron sus funciones como si no hubiera sido otra empresa…como si hubieran estado esperando ese momento.
– Espera, ¿estás diciendo que es posible que ellos influenciaran en la bancarrota de la otra empresa de limpieza? Eso es un juego algo sucio sí, pero no es imposible. El mundo de los negocios es desalmado, lo sabemos bien.
– Caesar tiene razón, no es imposible que una empresa quiera adquirir a su competencia directa, a mi parecer es una táctica inteligente. No hay nada de malo en eso.
Escuché en silencio lo que Kaelus y Caesar decían, ellos tenían razón. Era normal que esas practicas sucias se usen en empresas que quieran superar a su competencia, pero había algo más que me inquietaba así que seguí investigando hasta que, por fin, encontré unas noticias de hace dos años que me dejaron impactado. No era la noticia en sí lo que me impactó, sino la foto que acompañaba la noticia. Era una foto del antiguo CEO de ServiClean, la empresa que solíamos usar para nuestras mansiones y empresas, él se veía triste, saludando de la mano a un hombre que había investigado mucho en estos meses como para reconocer hasta su silueta, era el padrastro de Nora. No nos movimos, no dijimos nada por unos segundos, porque en el fondo sabíamos qué significaba aquello. Kaelus, siendo como es, fue el que habló primero.
– ¿Qué hace el senador Murphy ahí?
Al parecer días antes de la declaración de bancarrota de ServiClean el CEO se reunió con el senador Murphy y la conversación resultó en lo que ya habíamos leído. En todos los negocios metidos en los que estaba el senador, no se nombraba nada sobre servicios de limpieza y era raro porque a Franklin Murphy no le interesaba ese tipo de negocios. Lo habíamos investigado muy bien, él era una persona con un ego muy alto y una empresa pequeña como esa no era algo que le obligue a moverse él mismo a una cafetería a las primeras horas de la mañana. Durante un rato la pregunta de Kaelus flotó sin ser respondida. Los tres nos quedamos mirando esa foto, tratando de encontrarle sentido.
– ¿Saben durante cuánto tiempo el senador y la organización de Cronos están ligadas? Según el reportaje que salió hace unos meses no solo Murphy estaba ligada a la mafia que la gente de Cronos creó, sino también el ex prometido de Nora estaba ligado a ellos.
Si el senador Murphy estaba en medio, no auguraba nada bueno. Y si mis sospechas eran correctas, teníamos mucho trabajo que hacer en estos días. Caesar, quien guardó silencio por unos segundos comenzó a dar órdenes.
– Averigua si tiene algo que ver, no quiero tener que amenazar gente que podría ser inocente, mientras tanto no permitan que algún trabajador de esa empresa se quede a solas, inventen alguna excusa. Iré a ver a mi ninfa un momento.
Kaelus y yo asentimos mientras Caesar se retiraba. Entendía su miedo, porque el mismo miedo estaba presente en mí ¿qué pasaba si se llevaban a Rubí? ¿podría salvarla a tiempo? Tecleé desesperadamente buscando los perfiles de los trabajadores afiliados a CleanWork SAC, la empresa que usábamos ahora después de la bancarrota de ServiClean, buscaba antecedentes, trabajos antiguos, lo que sea que me lleve a alguna relación con Cronos o con Murphy.
– Kaelus, ¿sabes si las empleadas que sirven a Nora y a Rubí son fijas o se rotan dependiendo del turno?
– ¿Mh? Tengo entendido que tienen una empleada fija que las atiende y se encarga de sus cuidados. Para Nora que recién dio a luz a un niño hay una niñera especial para el niño además que Basil se encarga personalmente de vigilar tanto al niño como a la niñera, para Nora es casi lo mismo, Raelus no se separa de ella a pesar de tener a alguien que la atiende y lleva sus comidas a la habitación. Para Rubí, si bien se va a trabajar desde temprano y regresa tarde, cuando no está en su negocio la atiende una empleada fija y los demás días, como sabrás, estás tú ahí presente.
Escuchar eso me tranquilizó, aunque yo sabía de primera mano todos los movimientos de Rubí por ser su guardia personal, necesitaba que me lo corroboraran, no podía estar tranquilo sabiendo que, muy posiblemente, alguien pudiera venir y atacar a esa mujer. No lo podía permitir. Si era posible tendría que reforzar su seguridad. lo quisiera ella o no.