– ¿Quieres decir que esas almas siguen sin aparecer?
Así es.
– ¿Y cómo estas seguro que es algún plan de Cronos?
Si quisieras eliminar la divinidad que los dioses tienen gracias a la fe humana ¿qué sería lo primero que harías para mermar su poder? ¿no sería eliminar la fuente de poder de los dioses? ¿y no sería más fácil eliminar o impedir la reencarnación de almas creyentes para que no haya una generación de humanos que les brinden poderes a los dioses que quieres destruir?
Guardé silencio, Hades tenía un punto. No hay mejor manera que destruir a tu enemigo que empezando desde la fuente conocida del poder. Por otro lado, era la primera vez que Hades hablaba tanto ¿el tema de la traición lo enfurecía tanto? Miré a mi alrededor y todos parecían sumergidos en sus pensamientos, unos más que otros, incluso Kaelus, quien se caracterizaba por mantenerse al margen y vivir su propia vida, parecía sumergido en sus pensamientos o más bien, conversando con su dios.
Raelus rompió el silencio.
– Eso tiene sentido…
– ¿Qué…qué tiene sentido?
– Antes que ustedes invadieran los sótanos, Nora se había comportado de una manera un tanto…extraña. Se quedó dormida por un día entero y…brillaba.
– ¿Abigail brillaba?
– Sí, todo su cuerpo irradiaba luz y cuando la desperté me contó algo que me dejó pensando. Dijo que, desde su conocimiento sobre nuestro mundo, ella tenía sueños muy vividos, que era como si ella fuera la protagonista en otro cuerpo. Cuando le pregunté en el cuerpo de quién se veía, ella me respondió que era…Themis.
¿Themis está con nosotros?
Hades en mi interior se estremeció, pude notar el entusiasmo, anhelo y cariño en su voz lo que me hizo preguntar qué tan cercanos eran.
– ¿Extrañas a Themis? Es una lástima porque no voy a luchar contra Caesar por ella y, además, te recuerdo que tienes a tu muy querida Perséfone.
No me insultes, humano. El respeto y cariño que yo tengo a Themis va más del mero sentimiento de posesión. Respeto y quiero a Themis desde el fondo de mi corazón, ella fue la única que me vio cuando yo mismo no me veía, la única que me dio su mano para salvarme del ahogo emocional en el que me encontraba luego de que mis hermanos me traicionaron fue ella así que no me insultes así. Hay pocas cosas que no permito, Damián, y esta es una de ellas, no te permito que le faltes el respeto a una dama como ella y no me insultes a mí con deseos inexistentes e impuros.
Guardé silencio, me sorprendía la lealtad férrea que Hades tenía a Themis, se notaba que no era un enamoramiento, sino un respeto. No pregunté por su deliberada acción de no hablar de su reina. Por un momento me avergoncé, no lo dije con intención y ahora me enojaba sentirme tonto.
– ¿Hay alguna posibilidad de que podamos preguntar sobre los sueños que tuvo Nora todo este tiempo? Tenemos nuestros dioses así que podemos saber si es verdad lo que dice o no.
Kaelus tomó la conversación y por un momento me sentí aliviado del cambio de tema hasta que Adrián tomó participación de la conversación.
– No sé por qué nuestro mensajero está tan preocupado por dudar de nuestra gatita. Dime Kaelus ¿es acaso porque te rechazó y tu culo está despechado o solo es tu cara de estreñido normal?
– No voy a discutir con alguien que no es importante. Solo estoy siendo racional y preguntando objetivamente. No podemos estar seguros hasta que preguntemos por detalles. No es bueno dejarse llevar por sentimentalismos.
– Los detalles no son importantes, mensajero. Lo que es importante son los hechos y los hechos dicen que la gatita siempre ha dicho la verdad y que tú, siendo tan racional y objetivo como dices ser, estas siempre equivocándote cuando se trata de ella. Así que saca ese palo del culo y deja que los expertos conversemos sobre esto ¿quieres?
¿Por qué Adrián defendía tanto a Nora? ¿podría ser que él la reconoció apenas la vio? Tenía entendido que Themis era la diosa a la que todos respetabas y querían…bueno, todos a excepción de los que sentían envidia de ella. Adrián siempre buscaba provocar a los demás, pero obviamente con Kaelus no lo conseguiría.
Kaelus se quedó mirando a Adrián con el mismo aburrimiento de siempre, sin inmutarse, ni enojarse. Soltó un suspiro.
– He de admitir que mis conclusiones sobre Nora han estado equivocadas. Entiendo que pueda parecer que tengo alguna clase de resentimiento hacia ella, pero no es así. solo quiero que nada se nos escape. No quiero que haya traiciones ni engaños de nuestra parte, necesitamos ser fuertes. Así que, si se sintió como si tuviera algo en contra de la señorita, me disculpo y con gusto me disculparé con la señorita cuando la vea.
– Como sea, debemos decidir qué haremos con las humanas ¿dónde se quedarán? ¿con quién se quedarán? ¿serán repartidas o estarán todas juntas? ¿nos la rotaremos? Creo que eso es lo más importante ahora.
Todos me prestaron atención apenas hablé. Ya habíamos perdido mucho tiempo discutiendo y necesitaba ver esos ojos ámbar nuevamente. Me sorprendió descubrir que no me molestaría tener a Rubí bajo mi protección.
– Es obvio que Abigail se tiene que quedar conmigo. Yo soy el padre del hijo que lleva, ella es mía.
– Entiendo tus ganas de protegerla, pero creo que debemos pensar en lo que ella quiere y creo que ahora no se siente muy segura contigo.
– No voy a dejar que otro la cuide, es mi hijo y mi mujer.
– ¿Entonces irías en contra de los deseos de tu mujer solo para tenerla cerca?
Caesar guardó silencio con lo que dije, su mirada enojada me daba entender lo poco dispuesto que estaba a dejarla ir. Lo entendía, pero no por eso debíamos dejarnos llevar por nuestros instintos.
– Creo que mi hermano debería seguir cuidando de las dos humanas, al menos hasta que Nora de a luz.
Kaelus intervino de forma fría, volviendo su vista a sus papeles.
– ¿No sería mala idea tener a dos humanas juntas?
– Ya hemos visto que Nora y la otra humana han enlazado sentimientos de compañerismo. Según estudios estar bajo las mismas condiciones refuerza sentimientos de unión por lo que será difícil alejarlas y por lo que creo que es buena idea que Raelus este con ellas.
– ¿Tu hablando de sentimientos?
– Solo estoy exponiendo hechos.
– Y según los hechos ¿crees que tu hermano esté en condiciones para poder proteger a dos humanas? Te hago recordar que fue prisionero más años de los que puedas contar.
– Mi hermano es suficientemente fuerte, es un guerrero capaz.
– Puede ser muy capaz, pero él necesita descansar y recuperar energías. Estar poniendo trabajos sobre él como si fuera invencible.
– ¿Por qué estas tan preocupado por mi hermano? ¿no debería ser él quien dijera si se encuentra en disposición o no? Solo he dado una idea, no un hecho. Entendería que Caesar tan vehemente, pero ¿por qué eres tú el que está reclamando, Damián?
Solté un suspiro, ni yo mismo sabía por qué estaba participando tanto, yo no era así.
– Solo quiero que todo vaya de acuerdo a lo planeado. En todo caso el cuidador principal puede ser Raelus, pero sí o sí debe haber otro guerrero a su lado, al menos hasta que Raelus se recupere por completo.