DAMIÁN
– Zeus y Dioniso están ubicados en el punto acordado. Esperamos la señal.
De acuerdo.
Por cosas como esta, tener a dioses que se podían comunicar entre ellos sin necesidad de usar comunicadores ni celulares, era beneficioso. Llegamos hace un rato a una de las casas más sospechosas, tuvimos que esperar un poco a que los demás hicieran sus informes descartando las demás casas para poder proceder. Esta casa que supuestamente aparecía como vacía en papel, se encontraba con las luces encendidas, con las ventanas selladas por fuera, como si quisieran dar la ilusión de casa abandonada, como si no quisieran que nadie se acerque a estos lares. Era sospechoso.
– Cronos se encuentra aquí.
¿Cómo lo sabes? No siento nada y entiendo que debería sentir la existencia de un ser como yo porque tengo una linda marca en mi espalda baja.
– Cronos…él es diferente a todos los demás titanes. Ustedes siguen siendo humanos, no sentirían al asesino de Urano. Él es el segundo titán más poderoso de todos.
¿El segundo? ¿Y quién es el primero
– Themis.
Guardé silencio, ahí estaba otra vez esa voz llena de afecto y admiración. La voz en mi mente usualmente se veía plana, como si estuviera esforzándose para hablar, pero cuando se nombraba a Themis su tono cambiaba, admiración pura.
¿Sientes a alguien más dentro? Porque yo no siendo nada ni a nadie.
– Sí, hay una energía vital más, pero no logro identificarla correctamente. Quizá sea Themis.
Si fuera ella la reconocerías ¿o no?
– Es complicado porque el alma de Themis no usó un contenedor, ella reencarnó, ella ya no es ella por completo, su esencia cambió.
Esto es más complicado.
Hades no dijo nada, solo calló, pero sentí que ese dios estaba disfrutando mi confusión.
– ¿Estás listo?
Adrián que estaba revisando el perímetro volvió susurrando. Ese hombre que parecía disfrutar de las diversiones y excesos ahora estaba completamente concentrado. Tal vez eso era lo que hacía que no me arrepintiera de hacerlo mi compañero, en los momentos claves podía ponerse serio, como ahora. Asentí con la cabeza y moví la mano en señal de avanzar.
Adrián y yo nos arrastramos por el suelo. Según las indicaciones debíamos acercarnos a la casa y esperar la señal. Ya habíamos revisado toda la casa así que nos dirigimos a la parte trasera donde se encontraba una puerta. No supe si fue por la confianza extrema que tenía Cronos en si mismo o simplemente lo olvidó, pero eso nos benefició mucho porque esa puerta estaba sin seguro, no había necesidad de forzar una entrada. Al parecer los cielos estaban de nuestro lado.
Tan solo fueron unos minutos los que tuvimos que esperar a la señal. No estaba nervioso, era todo lo contrario, esa sensación de emoción que no había experimentado en muchos milenios volvía, esa emoción por una buena batalla. Adrián y yo entramo por la puerta trasera haciendo el menor ruido posible. Frente a nosotros estaba la cocina en oscuridad total, caminamos lentamente. A lo lejos se veía la luz filtrarse, la oscuridad fue nuestra aliada. Llegamos al inicio de las gradas que supuestamente se dirigían al segundo piso y esperamos. Vimos a Nora disfrazada de ¿diosa griega? Salir de la sala y adentrarse al pasadizo.
– Themis…
Cronos está loco ¿vestir a Nora como Themis?
– Él siempre estuvo obsesionado con ella, todos lo sabíamos, pero no se hizo nada al respecto porque la misma Themis marcó una línea clara. Al parecer no se ha rendido con ella.
Qué locura.
Segundos después vi pasar a un Caesar. Una leve sonrisa apareció en mis labios, al parecer Cronos no era el único obsesionado.
– Escóndete.
Hice caso, solo me aseguré de mostrar un poco de mi rostro para ver lo que estaba pasando. Cronos se acercaba a donde estaban Nora y Caesar. Me tensé. Pensé seriamente en mostrarnos para que no viera a Caesar, pero las palabras que escuché me calmaron un poco.
– Mi Themis ¿todo bien? Estoy preocupado porque estar tardando mucho.
– Sí, sí, es solo que todo esto es mucho que asimilar ¿me puedes dar unos minutos más por favor?
Afuera de la puerta se escuchó un fuerte suspiro cansado y cuando pensé que se había ido, escuché su respuesta.
– Mi Themis, entiendo. Te esperaré en la sala…solo no demores mucho.
Los pasos se acercaron, Adrián y yo nos escondimos y esperamos hasta que escuchamos a Cronos volver a ingresar a la sala. Miré a mi compañero y asentimos, sacamos nuestras armas. No sabíamos si iban a funcionar con alguien como Cronos, pero si la situación lo requería, lo intentaríamos. Lentamente nos acercamos a la entrada de la sala, siempre escondiéndonos. Pensé de inmediato en cómo proceder a continuación, pero lo que no contamos fue que era inútil.
– No se escondan, hijos míos. Vengan a saludar a su padre.
Miré a Adrián y estaba igual de tenso que yo.
Hades ¿Él es capaz de sentir nuestra energía?
– Yo…no lo sé. Lo siento.
Mierda. no había pensado en eso cuando nos acercamos. Con calma me acerqué, Adrián me siguió, nuestras armas estaban siempre en nuestras manos, dándonos al menos seguridad para poder defendernos si llegara el momento.
– Ah. Poseidón y Hades. ¿Ya se reconciliaron?
– No vinimos hablar del pasado, estamos aquí por una misión.
– Siempre tan serio Hades, por esa razón tus hermanos no te quieren.
– ¡Cállate!
– Adrián ¡no!
Adrián no me hizo caso, se abalanzó hacia Cronos con mucha ira. Cronos esquivó todos los ataques riendo, se estaba divirtiendo viendo los inútiles intento de Adrián por hacerle daño.
– Tan apresurado como siempre Poseidón. Siempre relajado, pero con un carácter voluble. Ese carácter es el que te destruirá, mi querido hijo.
– ¡Cállate! Si no tienes nada bueno que decir mejor cierra la boca. Te mataré y volveré con Nora.
La risa de Cronos brotó, se alejó un poco y la mano derecha brilló. Me tensé de inmediato al ver lo que se formaba. Era una hoz, ¿Cronos había encontrado su arma divina?
– Ten cuidado, puedes morir con esa arma.