Eugenia
- Tenés que rellenar esto! - le extiendo unos papeles
- Gracias doctora! - se sienta y completa todas las cosas, se lo ve tan centrado tan maduro a pesar de su corta edad como reacciono ante la situación.
Me doy cuenta que lo estoy mirando como una acosadora y me doy vuelta.
Que vergüenza!
Cierro los ojos para tranquilizarme, como es posible que me comporte como una adolescente.
- Mi amor!! - escucho que gritan y veo entrar a una castaña cobriza, ojos verdes grades y lindos, una boca perfecta, es una mujer hermosísima y corre hacia mi chico encantador ¿Que? ay dios a mi se me salieron algunos patitos de la fila. En fin, la hermosa mujer corre hacia Felipe y lo abraza.
Me quedo mirando a la espectativa mientras se abrazan con mucho cariño.¿Por que me molesta?. Se ve que mire muy fijo porque Felipe me miro así que como un robot me di vuelta y empecé a caminar.
- Doctora! - Felipe me llama, respiro profundo. Soy una profesional
- Si? terminaste con los papeles? - digo con una sonrisa amable fingida.
- Si si quería saber si podemos pasar - dice
- Hola doctora, ustedes es la que atiende a Samanta? - dice la mujer.
- Emm.. yo .... - tartamudeo como una boluda hasta que Felipe me interrumpe.
- Tía ella no es la doctora de Sam- tía? ay no lo puedo creer, dios se dan cuenta, estoy mal, esto esta mal, todo mal.
- Voy a ver en que habitación esta y si los papeles están bien ya podrían verla! - la tía de el me sonríe.
- Muchas gracias! por cierto Soy Dara Vélez - la saludo estrechando su mano.- Feli vos completaste los papeles?- el asiente.
- Bueno pueden esperar por allá - señalo unos asientos a mi derecha - Yo les averiguo si pueden pasar a verla. - asienten y se van, cuando Felipe pasa por al lado mio se detiene sin dejar de mirar hacia adelante lo cual yo imito.
- Tranquila Doc no tengo novia! - dice y sigue caminando con una sonrisa de picardia increíble y que para mi maldita mala suerte me encanta. Revoleo los ojos y voy a ver donde esta la hermana de Felipe.
Camino hasta la guardia para encontrar a Nea.
- Doctora Marconi! - digo caminando hacia ella.
- Beltrán! - responde ella - Que pasa Euge? estas roja! - me toco las mejillas y siento que hierven. - Euge estas ruborizada! años que no te veía ruborizarte! - Nea se ríe - Solo cuando te gustaba Erik - de repente se pone seria - Esta Erik por acá?
- Atenea¡ no digas boludeses, no pasa nada, solo quería saber donde estaba la hermana de Felipe y si ya puede pasar - me mira analizandome y trato de disimular, pero Nea tiene algo que lee a la gente muy facil y me conoce también.
- Euge, cuantos años dijiste que tenia el hermano de mi paciente? - ay ya se dio cuenta la puta madre- Fue demasiado raro que hayas especificado la edad 19 años dijiste? - me doy la vuelta para irme y ella me sigue.- Ese niño bonito es con el que fantaseas? - sacudo la mano para que ya deje de molestarme - Ay sii es el! - me freno y me paro frente a ella.
- Shh - hago seña con el dedo índice en mis labios - Por favor no digas nas nada! si! es el, si! este mundo es un pañuelo, si! estoy así porque soy una tarada y porque el fue algo descarado, creo que no pude disimular lo que a mi estupido cuerpo y cerebro le pasa. Mierda!!- cierro los ojos frustrada.
- Tranquila amiga! relájate y deja de maquinarte además de babear por el chico bonito - Bufo - La hermana esta en la 304 llevalo que ya puede entrar- dice sonriendo.
- Ay Nea no podes ir vos? - niega mientras se aleja
- Tengo que salvar niños amiga! - carajos! porque no hubo ninguna urgencia de adultos.
Camino mentalizandome que debo mantener la compostura, soy una adulta, doctora, si! puedo con esto y mañana mismo me voy a neuro a ver que me pasa.
Me acerco y están los dos hablando muy tranquilos.
- Disculpen! ya pueden pasar esta en la habitacion 304 - digo interrumpiendo
- Genial! - dice Dara levantandose - Vamos Feli! - el pasa por mi lado sonriendo y rosa mi mano con la suya a proposito lo se, pero saben que es lo raro? Sentí como si todo se detuviera a mi alrededor y nosotros fuéramos en cámara lenta ese simple contacto que habrá durado un segundo lo persivi mucho mas largo e intenso, eso fue realmente extraño.Me gire a mirarlo y el estaba caminando mientras miraba de a ratos hacia mi con una sonrisa cautivadora y picara a la vez.
Salgo de mi estupida ensoñación y me voy a la guardia haber si hay algo de trabajo para despejar mi cabeza. Si! trabajar me hace bien, me hace caer en cuenta que soy una adulta responsable y madura, eso es! Tengo que trabajar y al salir ver a mi perfecto novio.
Mi turno de guardia termino, tengo que cambiarme para ir a encontrarme con Mariano, necesito eso, a mi novio, ir a casa tener sexo y dormir con este frío.
Miro el reloj son las 5:30 pm, Mariano sale a las 6 pm así que decido salir afuera a tomar algo de aire. El frío es impresionante, veo como se genera niebla de mi aliento , junto las manos para frotarmelas, me pongo el gorro de mi campera y subo el cierre para que me abrigue un poco el cuello. Lanzo el aliento en mi mano para calentarmelas.
Me gusta el frio la verdad, aunque me congele me gusta mucho mas que el calor. Toco el bolsillo de mi campera y están mis cigarrillos, si lo se es malo para la salud y bla bla, no fumo todo el tiempo y en todo caso es mi cuerpo. Saco un cigarrillo, me tiemblan las manos de frío y no siento la punta de mis dedos, empiezo a hacer chispa con el encendedor que me esta haciendo renegar hasta que al fin prende mi cigarrillo. Le doy una calada exaltado por mi nariz, que dia agotador, por suerte ya se termina, cierro mis ojos disfrutando de mi momento de relax.
- Dia agotador? - abro los ojos y lo veo frente a mi fumando, el cuello de su campera hacia arriba para amortiguar el frío, su nariz esta roja y cuando habla veo el vapor que sale de su boca. Suspiro y cierro los ojos.
¿Por que a mi?
- La verdad no lo se, solo te vi y sentí algo raro vos también no? - Que? lo dije? ay pero que imbecil. Me encuentro tapandome la boca. - Lo pensaste y lo dijiste - se sonríe, me mira mientras termino mi cigarrillo lo apago y guardo en la cajita la colilla, froto mis manos y mis dedos están azules casi. Veo que el apaga su cigarro - No se que esta pasando pero.. - se acerca y acuna mis manos con las suyas y empieza a calentarlas, sus manos estas muy calentitas - Es raro no? - si solo rozándome sentí que mi exterior se detenía, imaginense con contacto prolongado, el frío desapareció de mi cuerpo al instante.
Muda y con cara de idiota lo miro fijamente.