Nací para ser tu Mate

Capitulo 13 Mate

—Podemos hablar. — La voz de aquel hombre hizo que levantara la mirada, me senté junto a mi pequeña de ojos zafiro, ya no era tan pequeña como la recuerdo.

Había estado ahí por horas, esperando que despertara, sin embargo, ella no abría los ojos.

—Te estuvimos buscando por varios meses, no sabes cuanto me alegra.

—No me interesa su alegría, lo único que quiero es que mi hermana se recupere y llevármela lejos de ustedes.

—No será posible.

Me puse de pie y lo miré directo a los ojos para intimidarlo, pero este no se inmutó.

—Conozco esa mirada, mi hermana sabia usarla con la mayoría de los hechiceros, pero a mí no me afecta.

—¿Por qué nunca nos habló de ti?. —Pregunte una de tantas preguntas que tenía en mi cabeza.

—Yo también tengo esa pregunta, ¿sabes?, quisiera saber cuál era su razón para ocultarme de ustedes.

Por un momento Gabriel se quedó en silencio observando a Lea, tomo de su mano para luego cubrirla con la manta.

—Sé que tienes muchas preguntas a las que talvez yo no tenga respuestas, solo sé que son lo único que tengo ahora, perdí a mi madre, a mi mate, perdí mi manada a mi hermana y no estoy dispuesto a perder a Lea, solo porque quieres llevártela pensando que no está bien con nosotros.

—No porque seas el hermano perdido de mi madre te da el derecho de creer que puedes tomar el papel que nunca tuviste, yo no soy mi hermana que cree en las palabras de aquellos que le tiende la mano.

Te equivocas si piensas que dejare que la vuelvan a tocar.

Se giró viendo a la puerta donde se encontraba un hombre quien sonreía —Alfa —Se inclinó haciendo referencia aquel hombre, ese debía ser el rey Alfa de esta manada.

—Este debe ser el joven Asher, en estas últimas horas he escuchado mucho sobre ti, no eres un lobo común, posees la parte hechicera de tu madre igual que tu hermana, lo que te convierte en un híbrido, pero no en cualquier hibridó tu aura emana demasiado poder.

—Es un lobo blanco con la capacidad de…

Era él, lo conocía, él era el culpable de que mi hermana estuviera en cama, no lo deje terminar, ya que mi lobo ataco al solo escucharlo.

Alfa Adolfo

Me senté en la silla que estaba junto a la cama de Lea, apenas y había comenzado hablar cuando tuvo que interrumpir el idiota de Dimitri.

Me preguntaba como Xander confiaba en él, estaba claro que era bueno en combate pero no en tener la boca cerrada.

Aquel joven al escucharlo no dudo en lanzarse encima, Dimitri se cubrió con un campo de poder que no le sirvió de mucho, ya que ese joven era hechicero igual que él, se transportó dentro del campo.

Sabía que Dimitri tenía varios trucos bajo su manga, él no era el que estaba dentro de aquel campo siendo masacrado. —Sal cobarde.

Xander miro fuera de la puerta para luego sonreír — Se está cubriendo con el cuerpo de la pequeña peli roja.

El joven al ver que todo era un truco se enojó más convirtiéndose en un lobo blanco imponente, los cuentos no le daban mérito, el techo comenzó a crujir por el tamaño, la puerta se hizo más grande.

—¡Asher!, compórtate. —Dijo aquella pequeña haciendo que el lobo se encogiera volviendo a ser el humano. — Te das cuenta de que este es un hospital, donde se encuentra muchas personas a punto de morir, donde también está tu hermana.

El olor de ella me decía que esa niña era algo más para él, mire a Dimitri que seguía escondido tras de ella, ese hechicero no era tan estúpido como solía verse la mayoría del tiempo.

Yo no era un lobo normal, mis sentidos estaban más desarrollados, podía sentir el olor de él, sobre ella y no era ese olor como el que tenía sus demás amigos, ese olor era el de un lobo marcando a su pareja.

—Vaya, esto está muy interesante.

Mire a Dimitri y me pregunte como él se dio cuenta.

—Inari, muévete por favor.

Dijo el joven a la pequeña que protegía a Dimitri.

—¿Quieres pelear?, ve afuera, estás asustando a todos con tu comportamiento.

Asher miro a su alrededor y en efecto los doctores y los enfermeros estaban aterrados, ni uno movía ni un solo músculo, ni siquiera tenían el valor de pestañear.

—As caso a la pequeña, muchacho, no creo que quieras que el edificio caiga con tu hermana dentro.

Dimitri movía las manos, quise golpearme la frente, porque este no podía mantenerse callado.

Asher gruño en su dirección luchando con su lobo.

—Controla a tu perro. —Dimitri se dirigió a la pequeña, esta dio la vuelta para verlo.

—Vuelve a llamarlo de esa manera y dejaré que se deshaga de ti. —Volvió a girar y miro al chico. — Me voy, has lo que quieras.

La pequeña salió dejando a Dimitri desprotegido y al lobo de Asher triste, olía la tristeza en él y su enojo.

Asher se giró y vio a su hermana, lo entendía, era su sangre o era su pareja predestinada, estaba con la duda si quedarse o ir tras aquella pequeña.

—Ve con ella llevaremos a tu hermana a la casa de tu tío, ella estará bien.

Asher me miro y luego a Gabriel, al parecer él no confiaba en su tío, necesitaría más tiempo para conocerse.

—Xander puedes encargarte de este desastre. —Señale la pared que estaba destruida. —Que Lea sea trasladada a la casa de Gabriel junto a los demás jóvenes.

Mire a Gabriel, quien parecía no estar de acuerdo con mi decisión. —Esos jóvenes son como una familia para tu sobrino, así que si quieres estar cerca de él, tendrás que convivir con ellos.

Susurre en su oído a lo que él asintió.

Asher se quedó de pie junto a la cama de Lea —No, en muchas ocasiones tengo que hacer lo que ella quiera. —Fueron las palabras del joven conteniendo el impulso de seguirla.

—¿Ella sabe que es tu mate?. —Él me miro sorprendido a lo que le sonreí.

—Tiene tu olor y no por ser amigos, parece que tu lobo quiere dejar en claro que te pertenece.

—Nadie lo sabe, nadie lo sabía. —Dijo dudando.

—Tus amigos lo saben. —Hablo Dimitri haciendo que el chico gruñera de nuevo mostrando sus colmillos y sacando sus garras.

—Dimitri ve a ver si puso la marrana.

Dijo Gabriel empujando al hechicero.

—La gallina queras decir.

—Tranquilo, le cuesta mantener la boca cerrada, pero no hace daño, al menos eso creo.

Me puse de pie y caminé hacia la pequeña ventana que poseía el cuarto.

—Quiero llevarme a mi hermana. — Mire sobre mi hombro y luego gire.

—Lo lamento Asher, tu hermana, al igual que tú estás en peligro, no opino que sea apropiado dejarlos ir más cuando ya saben de tu existencia.

—¿Mi existencia?. —Pregunto — Puede explicarse mejor.

—No todavía. —Hablo esta vez Gabriel. — no estamos seguros si es lo que pensamos.

—No hay duda Gabriel.

—Falta el tercer lobo blanco. — Gabriel se acercó unos pasos. — No hay un tercer lobo, la historia puede ser falsa.

—Puede ser una loba Gabriel, una que está oculta.

Asher, dejaré que descanses y que Lea se recupere para hablar en un lugar más tranquilo.

Me despedí del joven y volví a mi hogar, no al que compartía con Xander y donde la mayoría del tiempo pasaba volví a mi escondite donde se encontraba mi esposa junto a mis tres hijos.

—Vaya mi Alfa, al fin se digna en aparecer. —Mi esposa me saluda con los brazos abiertos.

—Mi Luna. —Me embriagué de su olor, ese que la identificaba como mía, y había otro olor más, uno más dulce por su estado, ella llevaba a nuestro cachorro en su vientre. —Los he extrañado.

—Papa volviste. —Mi pequeña de 6 años corría a mis brazos.

—Creí que volverías para navidad. —dijo mi otra hija, la que tenía 15, un poco distanciada de mí.

— Bree, no seas así con tu padre.

—Está bien cariño, mi pequeña Daciana. — abrace a mi hija y la llene de besos. — Vamos Bree, sé que también me extrañaste y puedo olor como deseas uno de mis abrazos.

Mi hija mayor camino a pasos lentos asta llegar donde me encontraba abrió sus brazos mirando a su madre para luego dejar que mis brazos la llenaran de amor. — Mis princesas, como las extrañe.

—Yo también quiero uno de esos abrazos. —Solté a mis hijas para abrazar a mi esposa y besar sus labios que tanto añoraban los míos. —También te extrañé mi Alfa.

—Como está mi pequeño, no has molestado a tu madre.

Me incliné para besar su vientre. —Como se han portado tus hermanos mayores.

—¿Ethan tuvo su transformación?. — Mire en dirección a las gradas que llevaban a los pisos de arriba. — ¿Dónde está?.

— ¿¡El bebe le contó!?. —Dijo la más pequeña de mis hijas.

—Puedo oler a su lobo. — Corrí a la habitación de mi hijo, entre sin pedir permiso, ya que su olor cada vez era más fuerte. — ¿Ethan?.

Lo busqué en su habitación, asta que lo vi corrió en mi dirección sobre mí, creí que me abrasaría hasta que vi a su lobo n***o.

— ¡Mía!. — Fue lo que escuche antes que se transformara por completo, caí al suelo por el impacto

—¿Qué?. — Pregunte y luego se volvió a transformar para mirarme.

—¿Por qué llevas el olor de mi Luna?.

—¿Tu Luna?. — Me quede pensando de quién sería el olor, había estado en varios lugares desde la mansión, patrullando los alrededores, saludando a los niños del albergue también con aquellos chicos que jugaban en el parque, me gustaba pasar un tiempo con mi gente y saber que es lo que sucedía en mi manada, el último lugar que visite fue el hospital.

Ahí estuve con aquellos jóvenes amigos de Asher, estuve cerca de las dos jóvenes, pero la más pequeña es la mate de Asher no podía ser ella.

Volviendo a mi memoria estaban las dos princesas con quienes tuve una conversación, ¿quién de todas ellas podía ser?.

—Dime padre, ¿Por qué?.

—Lo siento hijo, no tengo idea, hoy llegaron unos jóvenes a la manada y los recibí.

—Llévame con ellos, te lo ruego padre, mi lobo quiere verla.

—Hijo. — No podía negarme, pero tampoco podía permitir que saliera de nuestro hogar. — La traeré a ti solo dame tiempo para que ellos se adapten.

—¿Tiempo?, mi lobo quiere salir y buscar ese olor.

—Conoces las reglas. — Salí de su habitación aun pensando quién de ellas sería, la pequeña Kiara me abrazo, podría ser ella quien dejo su olor, me senté junto a Pamela para saber sobre Asher, me senté junto a Lea, pero no tuve ningún contacto.

—¿Está todo bien cariño?. —Vi a mi esposa al pie de las gradas, la abracé y me hundí en su cuello, quería que me trasmitiera paz, estos días habían sido un caos con tantas noticias y ahora mi hijo encontraba a su mate por el olor que dejo en mí.

¿Quién era ella?.