Capítulo XXXIV Deambulaban inquietos por la sala de control, sin decidir si se sentaban en sus puestos. El descanso del día precedente les había devuelto las fuerzas, pero ahora, a las ocho de la mañana, se encontraban frente al momento crucial. La Máquina estaba calibrada y reglada, por lo que debería funcionar. Pero no estaban seguros de las coordenadas de destino. Necesitaban absolutamente proceder con pruebas, realizando un primer Intercambio e intentando comprender a dónde apuntaban, realizar otro con una regulación distinta y comprendiendo su destino, y repetir el proceso un cierto número de veces hasta poder determinar los valores de ajuste de las coordenadas. No podían hacer de otro modo. Y esto comportaba riesgos. A Drew le parecía haber vuelto al mes de marzo, cuando estaban hac

