Lo sigo caminando varios pasos detrás de él, moviendo mi cola, corro y empiezo a rodearlo para luego colocarme detrás de él. Me detengo dejando mi bolso en el suelo para luego bostezar.
Tengo sueño, mucho sueño, dormir en una cueva no es nada agradable y genial. Además de que Elijath no me dejó dormir mucho, apenas el sol empezó a asomarse decidió que era hora de movernos, él ya estaba en su forma humana, pero yo decidí caminar siendo una loba. Él se detiene y se cruza de brazos mirándome.
—Tengo hambre .—Le hablo en su mente—Dame de comer—
—Si dejaras de caminar cada paso que damos hace rato ya hubiéramos llegado a la manada y estarías comiendo panqueques con miel —
—No, con miel no, ¿Sabías que las abejas vomitan la miel? Lo que comen es vómito de abeja —
No es así, pero no tiene porque saberlo.
—Ya me arruinaste el desayuno, niña —
Tomó el bolso nuevamente y camino hacia él, me acerco lo suficiente para que su camino roce mi cabeza.
—Tengo hambre, dame comida o le diré a mi papá y mamá que me dejaste morirme de hambre.—Me siento en mis patas traseras, para luego aullar —No creo que mis padres esten contentos contigo por eso —
—Eres una pequeña —
Le doy una sonrisa lobuna y tomo mi bolso para luego dar la media vuelta y acercarme al lago.
—Quiero pescado asado —
Prometí ser una niña buena, pero no le seré si tengo hambre.
Me siento colocando mi cabeza encima del bolso y espero que él se acerqué, sé que no me dejará y se irá, no puede llegar sin mi a la manada. Lamo mi pata y luego escucho un chapuzón.
No me quiere, pero hace todo lo que le pido, sin embargo siendo sincera, quiero su cariño, como él se lo da a las gemelas y a Alana.
Cuando sale con unos peces le tiró mi bolso, me mira irritado y lo abre sacando una caja de fósforos, deja los peces y se aleja. Cierro mis ojos escuchando sus pasos por todo el lugar.
—Mueve esos pies sirviente —
—Lazo de .—Lo escucho murmurar.
Abro mis ojos mirando el lago extenso que tenemos en frente, el sol empieza a salir con más fuerza, me volteó mirando todo al revés, el olor a humo se hace fuerte, muevo mis patas mientras miro todo, tengo sueño.
Bostezo y me vuelvo a acomodar, el olor del delicioso pescado se hace presente y me levanto caminando hacia donde los está haciendo.
—Ten .—Lo miró achicando mis ojos cuando me extiende un pescado tipo brocheta —No te lo voy a dar en la boca, niña mimada —
Me acerco y tomo el palo para luego darme la vuelta dignamente, me siento cerca del fuego y empiezo a comer dándole algunas miradas.
Papá tiene toda la razón, es un lobo tonto.
—¿Terminaste? —
Asiento y me acerco al lago, empiezo a caminar con él detrás de mí,muevo mi cola, estoy feliz.
—¿Sabías que no podemos comer chocolate? ¿Sabías que hay muchas constelaciones que aún no tienen nombres? ¿Sabías que—
—Diosa, había cantado victoria muy pronto —
Me río mientras salimos del bosque y no metemos a la manada, los miembros de esta nos miran para luego reírse.
Muevo mi cola emocionada, el plan fue todo un éxito, además me porté muy bien. Dejo caer mi bolso cuando el olor de mi casa se hace más fuerte, empiezo a correr saltando, me detengo cuando un auto pasa, miró hacia ambos lados y vuelvo a correr.
—Pequeña, Aura .—Me hacen una reverencia, yo solo aulló, el olor de mi hermano Bastian se hace presente.
Me detengo y oculto mi olor, me agachó y me muevo lentamente y cuando estoy por saltarle encima él me habla.
—¿Te portaste bien maldad encarnada? —Me tome entre sus brazos acariciando mis orejas.
—Si .—Ronroneo, Bastian se adentra conmigo en brazos y muevo mi cola mirando a mi padre, me acerco y ronroneo buscando su cariño.
—Hola, princesa.—Toca mi cabeza mientras me acaricia, muevo mi cola y me alejo buscando a mi mamá.
Junto mis cejas al no verla, pero su olor está por toda la casa.
—¿Y mamá? —Pego un brinco y aulló con fuerza cuando me alzan.
—Hora de un baño —
Niego e intento safarme del agarre mi mamá, pero es imposible, me toma con más fuerza y puedo escuchar la risa de mis dos hermanos, me terminó rindiendo y cedo.
—Solo quería que me acariciaras, no un baño, mamá —
—Hueles a perro mojado hija .—Cierra la puerta del baño con llave y me deja en el suelo, lentamente me vuelvo humana, ella me vuelve a alzar metiéndome en la tina—¿Te divertiste? ¿Te portaste bien? —
—Si, mamá, me divertí muchísimo, dormir fuera no es lindo, pero fue divertido —
—¿Te portaste bien? —
—Define bien —
Mamá me moja sacándome primero toda la suciedad, vuelve a colocar a llenar la tina mientras me lava el cabello.
—Eres hija de tu padre .—Hago espuma con mis manos y luego la sopló.
—Si lo hice —
—¿Segura? —
—¿Mamá por quién me tomas? —
—Ya, ya, cierra tus ojos —
Lo hago sintiendo el agua, los vuelvo a abrir cuando me empieza a hacer masajes, bostezo y cierro mis ojos.
Mis ojos se abren lentamente, me levanto tallando mis ojos y miro con mis ojos medio cerrados hacia todos lados, inhaló y el olor a panqués me llama a gritos.
Bajo y camino hacia la cocina sentándome colocando mis manos en el mesón.
—Hola, mamá.—Sonrió adormecida.
—¿Dormiste bien cariño?—
—Ujum .—Recuesto mi cabeza oliendo la deliciosa comida que prepara mi mamá, escucho el ruido de mis hermanos en la sala de juegos y me bajo
Abro la puerta encontrando a mis dos hermanos, Matteo y los mellizos, Alan y Alana, sentados en el suelo jugando cartas
—¿Qué hacen? —Mi hermano Demian se levanta, viene hacia mí, toma mi cabello y lo amarra.
—Ahora si, pareces gente —
—¿Qué están haciendo? —
Levanto mis brazos y él me alza, aunque parezca extraño, mi hermano es bastante alto, es una Bara y Bastian igual, ambos se comieron las proteínas y vitaminas que yo necesitaba para creer más, no entiendo ¿Por qué ambos son tan altos? Yo solo soy como papá, excepto por mi color de ojos y mi baja estatura, esos dos rasgos los heredé de mi mamá. Aunque aún tengo posibilidades de crecer, dicen que las niñas seguimos creciendo, mientras que los niños solo crecen hasta los dieciocho.
Tengo fé que seguiré creciendo.
Demian me sienta en medio de sus piernas y yo observo sus cartas, realmente no entiendo nada.
—¿Te portaste bien? —
—¿Acaso no me tenían fe?—Me cruzo de brazos y todos se ríen.
—Ni un poco, Aura .—Matteo me dice riéndose.
—Le diré a mis tíos .—Hago un puchero siendo el objeto de burla de todos.
—No te enfades hermana demonio.—Demian coloca su mentón en mi cabeza y saca una carta—Es solo que de ti, podemos esperar de todo —
—Le diré a mi mamá que todos ustedes están enamorados de Alana y también a mi tío Félix—
Me levanto enojada, Alan levanta su mano haciendo una mueca.
—Soy su hermano —
—No me importa, le diré a mamá, que cuando entre a la sala, estaban haciendo fila para besar a Alana, a mi tío Ares y Félix no les gustará —
No entiendo porque mi tío Félix se enoja, pero se lo diré.
Doy media vuelta y salgo de la sala.
—Tranquilos, puede ser la maldad encarnada, pero no dirá nada, somos sus hermanos —
Muerdo mis labios y me acerco a la cocina donde mi papá está sentado, mirando a mi mamá con una sonrisa.
—Papá esos tontos se estaban metiendo conmigo, el único tonto es mi papá y mi mamá, de resto todo en esta casa lo son —
—¿Qué te hicieron? —
—No me creen que me porte bien —
Papá me alza sentándome en sus piernas.
—Portar, portar no lo hiciste —
Miró hacia la entrada de la puerta y le saco la lengua.
—Papá, llegó el lobo más tonto .—Le susurro y mi papá se ríe.
—Tienes razón .—Besa mi cabeza mientras se ríe.
—Eros, más tarde ¿Podemos hablar? —
—¿Sucede algo? —
—Algunas cosas de la empresa.—Elijath se sienta en el extremo del mesón y mi mamá le sirve unos panqueques y luego a mí.
—¿Miel? —Mi mamá se sitúa a su lado con el jarabe de miel en sus manos.
—No .—Aleja el plato y me río ocultando la risa cuando mi papá me da de comer.
Él no tiene porque enterarse que le dije una pequeña mentira…
Es divertido jugar con él y hacerle maldades
¿Cómo están?
¿Les gustó el capítulo? ¿Que les pareció?
Poco a poco vemos un poco de Aura y su personalidad, en el siguiente capítulo ya estará grande así que prepárense, para lo que les espera a ese par...
Posiblemente está historia será más corta que la de sus padres, a un no se... Veremos en como los personajes toman vida...