Camine por las calles mirando vestidos por todos lados, me parece insoportable que me diera dinero, todo lo que me tocara pasar son ese hombre, no entiendo porque debo soportarlo, porque me obliga a aceptar algo que yo no quiero, quiere que agarre esto como trabajo, pero es que no puedo, me sienta mal con solo pensarlo, es como si vendiera mi cuerpo a ese hombre y no lo tolero,
solo no quiero hacer, pero debo y tengo que hacerlo, ya acepte su trato y me toca atenerme a las consecuencias, porque el me obligo a aceptarlo, no porque yo quería.
Llegue a un almacén lujoso y entre, debía buscar un vestido para la ocasión y esto no demoraría poco, sabia que me echaría mi tiempo, lo tenia muy claro, pero debía escoger bien, ya que si seré parte de esta ridiculez, al menos debo lucir de maravilla.
mire vestidos por todos lados y de todos los colores, ninguno me gustaba o al menos todos eran demasiado mostrones para mi gusto o bueno para lo que quiero conseguir, tampoco me quiero acostar con el ya mismo, pero no sabia que escoger, estaba entre un vestido rojo y un vestido rojo, ambos eran hermosos y siempre mostraban algo, ya sea pierna o escote, pero tenían lo suyo.
Miguel
Con toda la tranquilidad del mundo llame a una joyera para encargar el anillo de la ragazza, afortunadamente el anillo me lo tendrán por mas tardar en tres horas, lo mande hacer lo mas rápido y bonito que pueda quedar, estas personas saben trabajar rápido y no me importa si se me toca pagar mucho dinero, en dólares, euros o lo que sea, pagaría lo que fuera para que ese anillo este en mi manos hoy mismo.
Decidí llamar a mi Fratello para contarle la novedad, así que no espere mucho y marque su numero para que me contestara a la tercera repicada.
—Ciao, Miguel.—dijo mi hermano en un bostezo.
—Ciao, Thervol, sabes que ya tengo moglie.—dije serio mientras seguía revisando los papeles de mi escritorio.
—Congratulazioni, sono molto felice per quando la conosco.—(Felicidades!, me alegro mucho, para cuando la conozco) dijo mi hermano en italiano y yo solté un suspiro.
—hoy en la noche, lleva a papá en el restaurante de siempre.—dije yo normal.
—hai in programma di portare il tuo amico Bastieno?.—(¿piensas llevar a tu amigo Bastian?) dijo el
y esa respuesta ya la tenia, claramente puede ser uno de mis mejores amigos, pero eso no significa que lo llevare a la cena, además el tiene planes.
—ovviamente no.—( obvio que no) dije yo en italiano y levante los ojos al techo.
seguí hablando con mi hermano de las cosas y sobre la moglie, su familia y todo sobre ella, necesitaba conocer a mi fututa moglie, así que ni crean que yo me casara con una desconocida, me caso con una ragazza sin conocer.
Yen
Luego de pensarlo mucho ya había decidido cual de los dos vestidos, me decidi por el vestido rojo que muestra escote, era mas lindo que el otro, ya solo me faltaba los zapatos y ropa interior, porque no tenia para ese vestido, tal vez para uno verde, amarillo o n***o, pero no para uno rojo.
Sabia que comprar ropa interior era un tema peligroso en estos asuntos y mas con estos vestidos, claramente seria ridículo ponerme un sostén con tiras amarillas y un vestido rojo, puede que tenga mucho escote y que no necesite sostén, pero las bragas son importantes o al menos para mi lo son.
Creo que pase tres horas comprando todo lo que necesitaba y al final fui en dirección al a empresa de ese tonto, cuando entre en el piso ultimo, nadie me dijo nada, solo pase de largo y lo vi metido en sus papeles.
El no se había dado cuenta de mi presencia, ni siguiera hice ruido cuando entre, pero se veía atractivo trabajando y demasiado.
—Ciao, amore mio.—dijo el y yo fruncí el ceño. Me parece o el me dijo amor mio, porque primero que todo yo no soy de el, ni mucho menos soy su amor, yo solo soy una esclava mas de el.
—Ciao, Miguel.—dije seria mientras caminaba para quedar del otro lado de su escritorio.
—ven.—dijo el estirando una mano para que se la tomara, aunque lo dude mucho, decidi hacerlo, el me jalo hasta obligarme a sentarme encima de su piernas, cuando caí encima de el, rápidamente tomo posesión de mis
labios, mientras que una de sus manos entraba por un lado de mi falda, me queda un poco apretada y le era difícil poder meter la mano, asi que descaradamente mientras me besaba y yo de tonta se seguía el beso, con su mano libre me subio la faltada hasta las caderas, ahí pude sentir como su mano entraba peligrosamente en mi vaMartina, intente moverme, sepárame pero no me dejo, al contrario me logro acomodar para que yo quedara a horcajadas de el, el beso era intenso y no me dejaba ponerle fin, su mano estaba de intrusa molestado mi clítoris y mis manos están apretando su chaqueta con fuerza.
—señor.......
cuando escuche la voz de la secretaria nos separamos, pero no me dejo bajarme, el saco su mano y la puso en mis nalgas, pude ver a su secretaria tomar un color rojo en sus mejillas y la respiración pesada de Miguel en mi cuello.
con demasiado cuidado me baje la falda y me levante, pero antes le eche un vistazo a su amigo, se veía apretado y grande, me mordí el labio con disimulo, mientras el habla con ella sobre unos papeles «creo que no me opondré a lo del bebe». Pensé mientras veía como la secretaria se va sonrojada.