-Mami ya han pasado tres días desde que estamos aquí-
-Lo se mi amor, pero aun es peligroso salir-
- ¡Milena! Nos ha encontrado, ¡rápido abre el pasadizo! - grito Igor.
Irina observaba como pasaba todo muy rápido, hace unos instantes hablaba con su madre y ahora corría de la mano junto a su abuelo, justo delante de su madre. Está decía palabras en otro idioma y tiraba un polvo con un olor picante para su pequeña nariz, quizá ¿Ajo?
Ya no recordaba cuanto tiempo llevaban corriendo, pero sentía que sus pies quemaban -Mamá para por favor me duelen los pies- rogó Irina a su madre, pero esta parecía estar en una especie de trance. -Abuelo dile a mamá que pare ya no puedo más- dijo al mismo tiempo que caía al piso de rodillas y pequeñas piedras se insertaban en sus pequeñas rodillas.
-Ven mi niña yo te cargare, lo que falta de camino- dicho eso se dejó ir en los brazos de su abuelo.
-Irina cariño despierta- Milena movió un poco a la niña hasta que esta se despertó por completo
Se fregó los ojos con el dorso de su mano -Mami donde estamos, este lugar me da miedo- dijo la pequeña levantándose de la cama llena de polvo donde se encontraba.
-Primero tienes que conocer a una persona- Milena la tomo de la mano, caminaron por un estrecho pasillo al final de este se encontraba un hombre muy alto que las miraba impaciente -Amor te acuerdas de que siempre me preguntabas por tu padre-
No pudo terminar de decirlo porque llegaron al final del pasillo y el hombre se lanzó sobre ella y la abrazo, susurrándole al oído -Perdóname, por dejarlas mi pequeña niña, pero tenía miedo de que Vlad me encontrara y así fuera a llegar a ustedes-
-Viktor! -lo reprendió Milena -asustas a la niña-
-De ahora en adelante seremos una familia y no dejare que él nos vuelva a separar- le dijo su padre a la vez que la cargaba entre sus brazos.