Amor predestinado... ¿O lujuria?

El detective en España

En uno de los aeropuertos de la ciudad Madrid, un avión aterrizo, y poco después de esto, los pasajeros a bordo empezaron a bajar lentamente del avión, y en ese grupo, se encontraba cierto hombre que se confundía fácilmente entre la multitud.

Ese hombre media casi 1.80 m, su piel era blanca y su cabello n***o, era algo atractivo, pero no demasiado, y si se mezclaba entre una multitud podría llegar a perderse fácilmente.

Ese hombre era Richard, el cual era el detective privado que Donald había contratado, despues de haber pasado una semana desde su conversación con Donald, y después de haber hecho los arreglos necesarios, Richard se subió a un avión rumbo a España.

Su misión aquí, era investigar todo sobre Mary y sus conocidos, y esa información tendría que dársela a Donald, en cuanto a que iba hacer él con esa información... eso a él no le importaba.

“Es un bonito país... quizás vaya de excursión algunos días”, murmuro Richard, mientras caminaba por el aeropuerto.

El tiempo avanzo bastante rápido, y en la mañana del dia de hoy, Mary se desperto somnolienta, mientras luchaba para levantarse de su cama.

Ella debía salir a correr hoy con sus amigas, ella era una modelo, y una de las formas de mantenerse en forma era corriendo al aire libre en las mañanas unas cuatro veces por semana y para no aburrirse, corría junto a sus amigas para dejar que el tiempo se fuese rápido.

“Ya levantate, llegaras tarde a correr con Anna, Esperanza e Isabel”, dijo Miguel, el novio de Mary, quien estaba sentado al lado de Mary mientras la abanicaba ligeramente.

“Bien, bien, ya me desperté”, dijo Mary, mientras se levantaba y bostezaba al mismo tiempo.

“Hoy saldré temprano del trabajo, Creo que podre encontrarte en el camino ¿En donde almorzaras hoy?

“En la misma cafetería de siempre Miguel, estaremos en las mesas de afuera”,dijo Mary, mientras se levantaba de la cama y empezaba a vestirse para ir a correr.

“Bien, espérame allí, iré lo mas pronto que pueda para almorzar contigo”.

“Bien”.

“Por cierto, un hombre te llamo mientras estabas dormida”.

“¿Que hombre?”

“No lo se, pero estaba interesado en contratarte para modelar para un revista”.

“Lo llamare cuando vuelva”.

“Espero que no quiera tomarte fotos en trajes de baño o ropa interior... ya sabes lo que pienso de eso”

“Si, ya se se Miguel, no eh olvidado olvidado nuestro acuerdo”, dijo Mary, mientras terminaba de vestirse y salia por la puerta de su habitación.

“Eso espero, te amo”.

“Yo también Miguel”.

Después de tomar algunas cosas, Mary salio de su casa para ir a encontrarse con sus amigas. Desde que había participado en el Miss universo, había pasado alrededor de un año y ocho meses, y en ese tiempo las cosas habían ido muy bien para ella.

A pesar de que no logro ganar el certamen, el quedar en el top 5 le había dado una buena publicidad, y eso llamo a las revistas de moda, gracias a su trabajo como modelo, Mary, con solo veintidós años de edad, ya era económicamente independiente.

Los ingresos que habían obtenido, le fueron mas que suficiente para comprar su propia casa, la cual tenia 2 pisos de altura, era muy espaciosa y tenia su propio jardín y garaje, ademas también contaba con un auto bastante moderno, para poder obtener todas estas cosas, otras personas tardarían años, pero la fortuna le había sonreído a Mary y había logrado conseguir todo esto a una edad joven.

Mary no solo tenia suerte en lo que a trabajo se refiere, sino también en su vida romántica, su relación con su Miguel ya se acercaba a durar dos años enteros, y todo iba bien entre ellos, e incluso habían dado el paso de vivir juntos los dos en la misma casa, la casa de Mary.

Todo iba bien en su relación, excepto por un pequeño problema... Miguel era un hombre muy celoso, al principio no dio problemas, pero conforme su relación se volvía mas seria y formal, este comportamiento celosos y posesivo empezó a mostrarse.

Miguel empezó a enojarse por el trabajo que Mary tenia, ella era una modelo,por lo que en muchas ocasiones tenia que tomarse fotos usando ciertos tipos de ropas especiales, algunos de esos conjuntos eran bastante reveladores, y en otras ocasiones tenia que tomarse fotos en traje de baño.

Miguel no disfrutaba de esto, y después de empezar a vivir juntos en una misma casa, en cierta ocasión quería hacer que Mary abandonara su trabajo como modelo, ya que no le gustaba el hecho de que Mary tuviera que desfilar ante con poca ropa o tomarse fotos tan reveladoras, o al menos así lo eran según su punto de vista.

Mary y Miguel discutieron mucho por este asunto, Mary no quería dejar su trabajo como modelo, le gustaba mucho ese trabajo en realidad, y lo que es mas, pagaba muy bien, gracias a eso tenia todo las cosas que poseía actualmente y si lo abandonaba, ni siquiera podría mantener su casa.

El trabajo de Miguel solo le daba el sueldo de un trabajador común, por lo que no podría pagar el mantenimiento que una casa como la de Mary requería, y después de que Mary le hiciera darse cuenta de esto, ambos terminaron llegando a un acuerdo.

Según el acuerdo por el cual llegaron, Mary solo podría tener una cierta cantidad de trabajos de modelo al mes, no podría sobrepasar ese limite establecido, y ademas tampoco podría tomar ningún trabajo que exigiese que ella se mostrase en traje de baño o ropa interior.

Ese acuerdo limitaba mucho los ingresos que Mary podría obtener por su profesión, pero ella decidió aceptarlo ya que no quería que su relación se terminara, y menos después de que empezaran a vivir juntos.

Exceptuando el hecho de que Miguel era un hombre celoso y posesivo y no le gustaba nada el trabajo que Mary tenia, su relación iba bastante bien por los momentos y quizás podrían llegar a algo mas en el futuro.

Mary después de tomar un poco de aire fresco, empezó a correr para ir en dirección al lugar en el cual se encontraría con sus amigas, y sin que ella lo notara, un auto de color gris estaba estacionado cerca de su casa, y en su interior se encontraba cierto hombre que miraba fijamente a Mary desde la distancia.

“Parece que va correr otra vez, han pasado mas de un mes, pero esta chica no ha variado mucho su rutina.”, murmuro Richard, mientras encendía su auto y se preparaba para seguir a Mary.