El mediodía en la ciudad de Madrid, estaba por llegar, y los habitantes de la ciudad se preparaban para almorzar después de haber trabajado durante toda la mañana, y en uno de los parques de la ciudad, cuatro jóvenes mujeres se encontraban corriendo juntas mientras hablaban.
Ese grupo estaba conformado por una mujer blanca de cabello y ojos castaños con rasgos faciales bastante atractivos, dos mujeres de piel morena con cabello n***o que poseían una buen figura y el ultimo integrante de este grupo de cuatro era una mujer de piel blanca y cabello rubio con ojos castaños.
Ese grupo de cuatro, estaba conformado por Mary, y sus amigas Esperanza, Isabel y Anna respectivamente, las cuatro habían sido amigos durante años, especialmente Mary y Anna, las cuales se conocían desde sus días en la secundaria, todas ellas tenían la misma edad exceptuando a Esperanza, la cual era la mayor del grupo, siendo tres años mayor que el resto.
Como hacían varias veces en la semana, Mary y sus amigas corrían al aire libre y hacían un poco de ejercicio para mantenerse en forma mientras que al mismo tiempo hablaban sobre lo ultimo que había pasado en sus vidas.
“¿Como te ha ido con Miguel, Mary?, pregunto Esperanza, mientras corría al lado de Mary.
“Hasta ahora todo esta bien Esperanza, pensé que eso de vivir juntos seria mas difícil pero hasta ahora todo ha ido bien”, dijo Mary.
“Solo llevan seis meses viviendo juntos Mary, los problemas pueden surgir después”, dijo Isabel.
“Por Dios Isabel, no estés enviándome mala suerte con tus palabras”.
“Mary, no te estoy enviando nada tonta”.
“Si, ademas todo le ira a bien a nuestra Mary siempre y cuando se mantenga con su correa en el cuello”, dijo Anna, en un tono obviamente sarcástico.
“¡¿Que estas diciendo con eso Anna?!
“¿Yo? Nada, nada de nada Mary”.
“Quizás se refiera a que tuviste que ponerte una correa a ti misma para complacer a Miguel ¿Verdad Anna?”, dijo Isabel aguantaba un poco la risa.
“Oye, yo no dije eso, ademas ahora que lo pienso las correas no están de moda, mejor usemos un látigo”, dijo Anna, mientras hacia alzaba su mano y hacia la misma pose que alguien usaría para golpear a una persona con un látigo... y lo hacia en dirección hacia Mary.
Cuando Anna hizo esto, tanto ella como Isabel empezaron a reírse, sin importarles que estaban haciendo enojar a Mary con sus palabras.
“Ustedes...”, murmuro Mary, mientras pensaba en que decir.
“Ya basta las dos, no les queda bien seguir siendo inmaduras a pesar de sus edad”, dijo Esperanza, tratando de ayudar a Mary.
“¿Como a pesar de nuestra edad? Seguimos siendo jóvenes ¿Lo sabias? A diferencia de otras quienes ya se están acercando al punto medio de la vida”, dijo Anna, mirando con burla a Esperanza.
“¡Tú!... Solo soy tres años mayor que ustedes, ¡Aun estoy lejos de la mediana edad!, mientras Esperanza decía estas palabras, no pudo evitar mirar enojada a Anna e Isabel, las cuales parecían divertirse con el arrebato de Esperanza.
Las amigas de Esperanza siempre habían usado el hecho de que ella fuese tres mayor como forma de burlarse de ella, a Esperanza no le gustaba esto, y cada vez que se burlaban de ella de esta forma provocaba ciertos arrebatos, lo cual divertía y motivaba mas a sus amigas a burlarse de ella.
“Ya, paren las tres, no empiecen ahora”, dijo Mary, tratando de calmar las cosas.
“Ellas empezaron”, dijo Esperanza.
“Ya, relajate mama”, dijo Isabel.
“A veces no puedo distinguir entre mi mama y tú ¿Lo sabias?, dijo Anna sarcásticamente.
“¡Ustedes...!”.
“¡Ya, suficiente! Vamos a comer”, dijo Mary, deteniéndose y tomando un poco de agua un instante después.
“Bien, tengo hambre ¿Vamos a la misma cafetería de siempre?”, pregunto Isabel, mientras se detenía al igual que Mary y el resto de sus amigas.
“Si, comamos alla”, dijo Mary.
“Saben, creo que deberíamos optar por una comida en casa echa por mama”, dijo Anna.
“¿Por mama?”, murmuro Mary.
“Si... Esperanza ¿Podemos ir a tu casa para que nos prepares de comer?”, dijo Anna, mientras giraba su vista para ver a Esperanza.
“¡¿Quieres callarte Anna?!, dijo Esperanza, mientras parecía luchar por tomar la decisión de cargar contra Anna o no.
“Dios mio”, murmuro Mary al ver esta escena.
Anna... a veces no sabia cuando parar.
Mary y sus amigas, al final terminaron por ir a una cafetería que frecuentaban mucho, la cual quedaba cerca de la casa de Anna y su familia, los almuerzo de las cuatro llegaron poco después de pedirlos, y Mary pidió un almuerzo extra a Miguel, el cual las encontraría en este lugar.
Y no mucho después, Miguel llego, sentándose al lado de Mary y empezando a comer con su grupo,
“¿Teresa y tú están pensando en crear su propia firma?”, dijo Mary, mientras miraba sorprendida a Anna.
Teresa era otra de las seis mejores amigas de Mary, ella y Anna se habían graduado como abogadas no hace mucho, y recién estaban entrando en el mundo laboral de la actualidad.
“Si, aunque obviamente no va a ser ahora, primero vamos a ganar algo de experiencia, a penas somos recién graduadas y es obvio que crear una firma por nosotras mismas va a ser imposible”, dijo Anna,mientras devoraba una rebanada de pizza que tenia en sus manos.
“Si fueras buena abogada no seria imposible”, dijo Esperanza.
“Y eso lo dice la contadora que vive alquilada en un apartamento”, dijo Anna de forma sarcástica.
“¿Y que mas quieres tonta? Ya es bueno que tengo apartamento propio, pagar y mantener una casa no es tan fácil como piensas”.
“Mary ya tiene su propia casa”, dijo Anna mientras señalaba a Mary.
“Eso es un asunto diferente”, dijo Esperanza.
“Claro, claro, lo que tu digas mama”.
“Tú...”.
“¡Oigan! ¡Alla esta Felipe!”,dijo Isabel, mientras se levantaba de forma repentina y señalaba hacia el otro lado de la carretera.
Mary y el resto de sus amigas giraron sus miradas en la dirección hacia donde señalaba Isabel, y al hacerlo, lograron ver e un joven de cabello n***o y piel blanca, el cual estaba caminando de forma lenta.
Ese era Felipe, uno de los amigos de Mary, aunque desde hace varios meses no habían tenido mucho contacto con él, abriendo una distancia entre el grupo de Mary y él.
“¡Felipe! ¡Felipe, por aquí!”, dijo Anna, mientras se levantaba de su asiento y trataba de llamar la atención de Felipe.
Los gritos de Anna, finalmente atrajeron la atención de Felipe, el cual giro su vista para ver al grupo de Mary.
“¡Felipe! ¡Ven a comer con nosotras!”, dijo Mary, mientras miraba fijamente a Felipe desde su asiento.
Felipe al oír la invitación de Mary, parecía pensar que hacer, pero mientras hacia esto intercambio algunas miradas con Miguel, el novio de Mary, y poco después de hacer esto... empezó a caminar otra vez en la misma dirección en la cual estaba caminando previamente.
“¡Oye! ¡Felipe! ¡¿A donde vas?!”, grito Esperanza, sorprendida de ver como Felipe las ignoraba.
Hace solo unos cuantos meses atrás eran amigos, pero ahora él las estaba ignorando, y de una forma muy abierta.
“¡Ya Esperanza! ¡Si él no quiere venir, entonces que no venga! ¡No voy a rogarle!”,dijo Isabel, la cual se veía obviamente molesta por lo que había hecho Felipe.
“j***r, ni siquiera se por que se esta alejando tanto”, murmuro Anna, la cual estaba igual de enojada que Isabel.
Mientras el grupo de Mary, seguía comiendo su almuerzo, un hombre de cabello n***o se encontraba sentado en la misma cafetería a una cierta distancia de Mary y su grupo.
Ese hombre era Richard, quien en estos momentos se encontraba hablando por teléfono.
“¿Vas a venir por fin? Ya he investigado todo lo importante con respecto a esa chica”, dijo Richard, mientras sostenía su teléfono con su mano derecha.
“Iré dentro de poco, estoy preparando todo para mover mis activos a España”, dijo Donald, quien era la persona con la cual estaba hablando Richard por teléfono.
“¿Así que de verdad vas a mudarte a este pan?”,pregunto Richard.
“Si, cuando llegue, quiero que me ayudes a obtener la nacionalidad”.
“¿Como voy a ayudarte con eso?”
“Te lo diré al llegar”.
“Bien, aquí te espero, por cierto, ¿Has pensado sobre el hecho de que ella esta saliendo con alguien?”
“Si, lo eh pensando”.
“Bien... ¿Entonces que haremos con el novio”.