NARRA DARIAN
—Majestades, la princesa ha dicho que no tiene apetito—La sirvienta dio una reverencia y se marchó, mi madre dejo su cubierto en el aire mientras discretamente mordía la parte interna de su mejilla con ímpetu, el ambiente estaba tenso y con solo estar en el comer eso podía sentirse con facilidad.
Con el dedo índice llame a la cocinera quien permanecía en una fila junto a los demás sirvientes quienes aguardaban una opinión o algún reclamo de parte de mi madre acerca de la cena.
—Suban una bandeja con comida a mi prometida—Ella asintió y se dispuso a marchase—Denle una dotación doble de postre.
A ver si con eso se le baja el enfado.
Mi madre rio discretamente por debajo.
—Es sorprendente ver al Gran príncipe guerrero preocuparse por alguien más que él—Olsem llevo la copa d
