NARRA ISHTAR La madre sanadora colocaba sus dedos sobre mi muñeca donde aguardaba mi pulso, cerró los ojos mientras se concentraba en lo que estaba haciendo, era una mujer mayor de ojos oscuros y largo cabello n***o sostenido por una muy arreglada trenza. Portaba un largo vestido blanco decorado con flores rojas, pocas veces asistía al palacio pero esta era una petición de la reina misma. — ¿Cómo está? —Preguntó la reina aun con los ojos llenos de esperanza, esta era nuestra última oportunidad antes de que la cortesana fuera presentada como la concubina del príncipe. Los días pasados habían sido un completo caos, Darian había estado lejos del palacio por cinco días así que no había cruzado ninguna palabra después de aquello. Dado su silencio era probable que no recordara nada. La mujer

