NARRA DARIAN Calidez. Delicioso aroma floral. Era como si estuviese abrazado de calidez, era una sensación tan agradable, poco a poco estaba comenzando a salir de mi letargo soñoliento, ese aroma era demasiado reconocible, Ishtar. La podía sentir entre mis brazos y debía de aceptar que no me desagradaba en lo absoluto, más bien era todo lo contrario. A pesar de aquel agradable sentimiento tenía la sensación de estar siendo observado. ¿Por qué siempre tenía que estar alerta en todo momento? —De todos los lugares del palacio jamás pensé encontrar a Darian aquí—La risilla traviesa de un par de mujeres llamo mi atención, entonces después de pensármelo un poco y de no poner en evidencia mi conciencia comencé a acomodar todo en mi cabeza. — ¿Quiere que salgamos majestad? —Era una voz de m

