—Señorita, no se preocupe, conmigo no corre riesgos —Escucho que me dice el hombre mayor que tengo al frente.
Patrick después de hablarme en su casa, finalmente me convenció, accedí a venir con él al consultorio de un doctor dizque amigo. Parecía como si hubiera planificado todo, pues si bien ingresamos al estacionamiento de un edificio, en todo momento Patrick, que iba manejando el auto, se mantuvo en contacto con alguien hablando por el sistema inalámbrico. Incluso antes de entrar al estacionamiento, se detuvo en una esquina y solo volvió a poner en movimiento el auto cuando alguien le dio la alerta de poder hacerlo. Un hombre nos esperaba en el lugar donde estacionó el auto, mientras que otro estaba parado en la entrada del ascensor. Cuando abordamos la cabina, este hombre le dijo que
