No sé por cuánto tiempo quedé pensativo mirando en la distancia por el pasillo donde se llevaron al bebé. No le presté atención al momento, pero al ver la marca en el cuellito del bebé me hizo sentir una sensación extraña en el pecho, me incomodó; no obstante, ante la incertidumbre como las cosas desconocidas que pasan por mi vida, decidí dejarla pasar.
Aunque no es descabellada la posibilidad de que pudiera ser la marca de los Pritzker, haciendo uso de la madurez que me caracteriza, buscando no darle motivos a Diamora para ensimismarse en madurar una idea que nos llevaría a caer en hipótesis que tal vez no tengan justificación y al final terminarán desilusionando tanto a ella como a nuestra madre, reaccioné y la abracé rodeando sus hombros para obligarla a volver al lugar que venimos oc
