Con emergencia

1480 Words
— Saachi, por favor, no grites tan fuerte; podrían escucharnos y podría enfrentar serias consecuencias por revelarte todo esto — imploré con temor al observar su estado de agitación. Era consciente de que al compartirle esta información, ella podría sentirse traicionada al descubrir la verdadera naturaleza de ellos, pero no imaginé que su reacción fuera tan escandalosa, lo cual me generaba una gran ansiedad, ya que sinceramente no deseaba que Ángela se enterara, pues las repercusiones serían severas. — No, no, no — sus gritos me provocaban un sudor frío y su negativa aceleraba el latido de mi corazón. — Comprendo que puede ser difícil recibir una noticia de tal magnitud, pero te ruego que bajes la voz y mantengamos esto en secreto. No tienes idea de lo que me sucedería si se enteran de que te he revelado todo esto, por favor. — Mientes, mientes, nada de lo que afirmas es cierto. No te creo en absoluto; conozco a Roger como la palma de mi mano y a mami Ángela como a una segunda madre. Ellos nunca me ocultarían algo así, jamás harían tales cosas, y mucho menos las desagradables afirmaciones que mencionas. ¿Por qué mientes de esta manera? Ellos que te han brindado un hogar, ¿por qué intentas dañarlos hablando mal de personas tan bondadosas como ellos? — No estoy mintiendo, Saachi, por favor, créeme. Todo lo que te he dicho es cierto; no tengo motivo alguno para engañarte. Solo te pido que te tranquilices y me escuches — comencé a temblar al ver cómo su negativa se transformaba en furia hacia mí, y el enojo se reflejaba en su expresión. — No, no tengo por qué escucharte, porque sé que mientes. No sé cuáles sean tus motivos, pero estoy segura de que Roger nunca se fijaría en alguien como tú. ¿Sabes por qué? Porque no le llegas ni a los tobillos. Yo soy su tipo: cabello hermoso, piel oliva, cuerpo esbelto y estatura promedio. Mírate, siempre llevas trenzas que huelen mal, siempre pareces descuidada, y solo observa tu cuerpo, eres repugnante. ¿Cómo te atreves a decir tales cosas? Son mentiras, pero ¿sabes qué? Mami Ángela se enterará de esto en este instante. — No, espera, espera — comencé a llorar y a temblar ante su amenaza. Solo deseaba advertirle sobre las posibles consecuencias de casarse con Roger, pero su reacción no fue la que había anticipado en mis sueños. No pensé que me llamaría mentirosa, y mucho menos que su mirada se tornara oscura hacia mí. Comencé a correr tras ella, angustiada por lo que podría sucederme, y no podía dejar de llorar por la anticipación. — Mami, Ángela, Roger - vociferaba, llamándolos hasta que finalmente ambos salieron a su encuentro, extrañados por su escándalo. Yo me detuve cerca de la puerta, nerviosa, con un nudo en la garganta, sudando frío mientras mi cuerpo permanecía paralizado por el miedo. — Ay, mami Ángela, no tienes idea de las cosas horribles que Nala me ha dicho, cosas que solo al escucharlas me han causado un profundo dolor en el corazón. Me duele que las personas señalen y digan cosas feas sobre mis seres queridos. — ¿Qué te ha dicho? Habla, mi niña, observa cómo estás sudando y tu rostro está empapado de lágrimas— La preocupación era evidente en el rostro de Ángela, mientras que Roger permanecía de pie, con las manos en los bolsillos, mirándome fijamente sin pronunciar una sola palabra. — Ha afirmado que Roger y ella han estado juntos, que también estuvo embarazada y que tú mataste a su bebé. Además, me comentó que Roger ha intentado forzarla a estar con él y que ustedes no le compensan por todo el trabajo que realiza. Son acusaciones horribles; ¿cómo puede ella mentir de esa manera? La risa de Ángela nos tomó por sorpresa, pero yo, más que nadie, sabía que no era una sonrisa de diversión, sino de nerviosismo y enojo. — ¿Qué tonterías son esas? No son más que mentiras, palabras malintencionadas destinadas a hacerte daño y arruinar tu relación. ¿Acaso no has notado cómo ella te mira a ti y a Roger? Está celosa, consume su interior el deseo de que tú dejes a Roger para intentar nuevamente seducirlo. Porque, ¿sabes qué? Ella fue quien entró en su habitación e intentó seducirlo, buscando la atención de Roger, pero él nunca ha correspondido. Ha utilizado toda clase de artimañas para atraer a mi hijo, y aun así, Roger nunca la ha mirado; su corazón siempre ha estado ocupado contigo. —Y, para aclarar, esa mujer, mentirosa, nunca ha estado embarazada; son artimañas para arruinar nuestras vidas. Desde el primer momento en que llegaste, vi cómo te miraba, deseando poseer tu belleza, consumida por los celos de querer lo que tú tienes, intentando arrebatarte tu futuro. Lo supe desde el primer instante, por eso no quería dejarte a solas con ella ni un segundo, pero tú insististe en querer ser su amiga. No la ves, deseosa de apartarte del camino, pensando que así obtendrá lo que es tuyo. Dime, ¿cómo pudiste creer tales barbaridades? Saachi me miró con una expresión llena de odio y repudio, mientras Ángela envenenaba su mente y alma, endureciendo su corazón y volviéndolo de piedra. — Yo nunca le creí; sé que miente, por eso corrí hacia aquí para informarles lo que ella me había dicho. Sin embargo, me queda claro que tienes mucha más razón, y fui tan ingenua como para no darme cuenta de la envidia y los celos que ella siempre ha sentido hacia mí. Siempre elogiando mis ropas, mi cabello, siempre queriendo estar cerca de mí, hasta el punto de sugerirme que era mejor que no me casara. Ahora comprendo todo. Sus palabras eran duras y desprovistas de afecto; si alguna vez existió una amistad entre nosotras, aquello se había desvanecido en cuestión de segundos. 》¿Por qué no la expulsas de tu casa? Una persona como ella, que se atreve a calumniarte, no parece tener cabida bajo tu techo. No sabes qué maquinaciones podría intentar contra ti. Es una mujer vil, que busca hacer daño a los demás, y por lo tanto no merece tu bondad. Expúlsala de tu casa, Mami Angela. — A pesar de mi deseo y mi voluntad, no podría hacerlo. Ella terminaría en la calle y mi corazón no lo soportaría. Sabes, es mejor mantener al enemigo cerca que lejos, y en este caso, es preferible que la mantenga bajo vigilancia. — Pero merece una lección por haber proferido todas esas mentiras. El mejor castigo que puedes darle es echarla a la calle. Eres demasiado buena, Mami Angela, tienes un corazón tan puro y único. No sé por qué seguía allí, inmóvil en la entrada, escuchando cada una de sus palabras, sintiendo cómo el desespero invadía mi cuerpo y mi corazón estaba a punto de estallar de tristeza y traición. — Sé qué castigo puedes darle, mi pequeña futura esposa — la sonrisa maliciosa en los labios de Roger me hizo estremecer, haciéndome sentir como una pequeña ratona atrapada en la boca del león, sin ninguna escapatoria. 》Puedes darle una lección, Saachi, por haberte mentido y haber intentado romper nuestro compromiso. Me gustaría ver cómo mi futura esposa castiga a aquellos que se atreven a usar trucos en su contra. No esperé ni un segundo más y empecé a correr, huyendo por miedo y adrenalina, temiendo los planes que Roger tenía para mí. Pero solo pasó un minuto para que me alcanzara y, sin que lo esperara, me empujó, cayendo dolorosamente sobre el suelo duro, mi pecho golpeando el suelo; afortunadamente, parte del impacto se absorbió en mis codos. Roger me había levantado del suelo por el cabello y me había arrastrado de nuevo a la casa, manteniéndome prisionera de su agarre, sin ninguna posibilidad de resistencia. — Toda tuya, Saachi, adelante, muéstrame quién manda en esta casa, no te contengas, no temas, ella no podrá hacerte nada. Adelante. Mis lágrimas caían como un torrente mientras la quemadura en mi mejilla se intensificaba con cada golpe que Saachi me propinaba sin piedad. No dudó ni un segundo en golpear mi cara, haciendo que mi labio inferior sangrara. No había ninguna compasión, y no sabía qué dolía más: la traición, mi estupidez o el hecho de haber dedicado dos años de mi vida a esta familia. — ¿Qué tipo de familia son ustedes? —grité, más enojada conmigo misma que con ellos, enfadada por no creer más que todo iría bien en el futuro. Pero sin duda, la vida me había dado una nueva lección, y no dejaría que el tiempo pasara sin salir de aquí. No esperaría a perecer para huir, no soportaría más humillaciones para ser libre. Debería poner en marcha mi plan con urgencia, lo necesitaba 911.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD