A veces me miro al espejo y no sé si la mujer que me devuelve la mirada soy realmente yo. Hoy, mientras repaso mi reflejo, tengo esa sensación. Mis ojos parecen los mismos, sí, pero hay algo en mi expresión que no reconozco del todo. Tal vez sea el cansancio acumulado o la mezcla de dudas que llevo arrastrando desde hace días. Tal vez simplemente no dormí bien.
Lo cierto es que no sé si fue una buena o mala idea aceptar esta salida con Eric. Lo hice sin pensarlo demasiado, casi por inercia. Después de anoche en el estacionamiento, cuando apareció de la nada y me abrazó sin decir nada, algo dentro de mí cedió. No sé si fue el cansancio o el modo en que su abrazo me sostuvo justo cuando todo se desmoronaba, pero cuando me trajo y me preguntó si podía invitarme a almorzar, asentí antes de po
