Cambios...

760 Words
-Desde ahora seré quien tome las decisiones en nuestro hogar y nuestra factoría. _Dice mi Madre con voz firme, pero increíblemente suave, no como lo hacía mi padre, que parecía estarnos regañando. Aunque no niego que lleva implícita una seguridad que nos transmite la certeza que no está hablando por hablar, de modo que mis hermanos y yo le observamos con atención y procuramos no perder detalle de lo que será en adelante las nuevas responsabilidades. -De ahora en más, Juan será el encargado de los corrales, sacará los animales, los pastará, los alimentará, llevarán al río a que se hidraten, los devolverán a los corrales y deberá ser cuidadoso de seleccionar los que van de padrotes, de cría y de beneficio. _Mis hermanos asienten y le da la mano para estrecharla en señal de compromiso, lo que generó la primera sonrisa en mi hermosa madre. -Esther y Camila serán las encargadas de transportar los animales para beneficio y de comprar los que hagan falta para mantener nuestra producción. _Ambas hicieron una venia de respeto a mi Madre y luego entre ellas, lo que provocó un gesto de orgullo a mi progenitora. -Aurora y Felicia se encargarán de controlar casa y matadero a nivel administrativo, siempre estarán prestas a cualquier necesidad que se genere y serán las responsables de manejar el presupuesto, al que tendrán que hacer en adelante a este día. _Así lo haremos madre. responden las mellizas al unísono y les obsequió su particular ceja levantada, cin un dejo de picardía. Sonreí a notar mejor actitud a mi madre y ver como nos infundía esa energía vibrante que siempre la ha caracterizado. -Ahora caballeros._ se refiere a nosotros Pedro, Pablo y yo.-Serán los jefes del matadero y deberán ser los primeros en llegar y últimos en irse. Por ahora, los estudios de todos se pausan y más adelante los podrán retomar en la escuela nocturna.- Todos estaban atónitos por la propuesta para los tres menores, puesto que en casa siempre el estudio tuvo un lugar preferencial.  Mis hermanas ya eran graduadas y Juan esttaba en su año sabático para luego irse al ejército, como se lo prometió a nuestro padre. Los tres pequeños estábamos en 5to de Secundaria (Pedro), 6to de primaria (Pablo) y 1ero de primaria yo. Fué inevitable hacer pucheros, pero al ver la entereza de mis hermanos, carraspeé para tomar valor y decirle: -Cuente con ello Madre._ lo que provocó en mi madre unas cejas juntas y su bosa apretada, como conteniendo el llanto y salió de la cocina hacia el patio trasero donde la siguieron mis hermanas. Los hermanos nos quedamos por unos segundos en silencio y Juan rompió el hielo con sus ocurrencias. -Si son los jefes del matadero, quién es jefe de quién? _soltando una risotada que nos contagió. -Y dudas que no es él?_responde Pablo al tiempo que me señalaba con su mentón, provocando más risas  de todos. -Estos majaderos insensibles!! Espeta bajito Aurora, que era la más enojona de mis hermanas. -Está bien hija! Me hace feliz que se tomen el tiempo de ser sólo unos chicos de vez en cuando, eso les permitirá lidiar con la presión que deberán trabajar. -Mamita, quién es el jefe de todos en el matadero? _pregunto con curiosidad. _Tú eres el jefe de todos. Contratarás a nuevos obreros, despedirás a quien no trabaje, excepto a tus hermanos que sólo podrás acusar, y harás los pagos al final de la semana, no sólo a los obreros del matadero, sino a los de la finca; y a tus socios les darás la memoria y cuenta que yo te entregue al final de cada mes. Alguna duda? -Ninguna duda, madre._ Respondo, sintiendo como el pecho se me hinchaba y mis piernas se hacían más largas. Así que cada quien asumió su rol para con el negocio y con respecto a los deberes del hogar, todos fuimos exonerados y contratamos a una señora que nos cocinaba y atendía toda la casa, menos la ropa, que era responsabilidad de cada uno, al igual que el aseo y presentación personal. Nuestros deberes como ciudadanos siempre fueron dar lo mejor de nosotros mismos para con nuestros vecinos y amigos y ayudar en lo que podíamos, participando activamente en ferias artesanales y agrícolas que se hacían cada año, donde la familia siempre aportaba importantes montos, además de la planificación de evento que estaba  cargo de mi Madre y Hermanas mayores. En cuanto a la iglesia, seguíamos siendo los monaguillos y cada domingo era el día de Dios, como cuando estaba nuestro padre.
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