—Eres una chica muy especial y solo por eso no voy a matarte— sus palabras aun retumbaban sobre mi cabeza, pensaba que al menos había conseguido mantenerme con vida. Deseaba estar a salvo y que esto terminara con rapidez, me dispuse para hacer algo, pero mi cuerpo no respondía debido al dolor, aún estaba frágil gracias al parto, no había mucho que pudiera hacer para pelear con aquel hombre, se escaparía sin que pudiera hacer nada. Cuando se empezó a escuchar un alboroto a la salida de la sala, supe que los guardias ya venían en mi auxilio y el hombre frente a mí también lo supo, puso su mano sobre mi tobillo, sus dedos se sentían fríos en comparación con mi piel, escalofríos pasaron por mi piel y una visceral respuesta se desato en mi interior, no quería a ese hombre cerca de mí de ningu

