Agacho su cabeza viéndose culpable.
—Hace unos meses una señora se acercó a mí, me pidió que solicitara un puesto en esta compañía y que sería recompensado si pasaba información para ella— me sentía asqueada por sus palabras.
¿Una señora? Sentía que había mucho más ahí.
—¿Señora? Te refieres a Leslie ¿Verdad? — sus ojos se ampliaron con terror.
—Si…si— su voz había adquirido un tono vacilante— ella me ayudo a pasar por todo el proceso, no me pidió gran cosa al inicio, nos reuníamos de vez en cuando y le daba algunos documentos de la empresa, hasta que me pidió ingresar a las instalaciones, eso ha sido todo.
—¿Qué clase de documentos? — pregunto Andrew.
El nos veía del uno al otro, sin saber que decir.
—Estamos esperando…porque podríamos meterte preso por espionaje corporativo— él se puso más nervioso por mis palabras.
—No conozco bien los documentos, al principio me dio una memoria y me pidió ir a contabilidad para ingresar la memoria en sus computadores, después las ordenes fueron más específicas, me solicito recoger unos documentos de ciertas carpetas, tenía demasiados detalles sobre los lugares y el estado de las cosas…— me vio a los ojos fijamente— puede que yo sea un informante, pero no soy el único.
Eso era lo que más me preocupaba, sabía que alguien que estuviera lucrándose por cientos de miles a millones no soltaría la gallina de los huevos de oro por un par de amenazas, se había aprovechado porque estaba embarazada, pero yo saldría delante de todo esto, no permitiría que alguien le hiciera daño al sueño de mi abuela.
—¿Qué más has hecho para ella? —mi tono bajo amenazadoramente.
—Moví algunos contactos con el equipo de seguridad para permitirle el acceso por ilimitado a la empresa— esa hija de puta.
—¿Desde cuando ella tiene acceso completo? — indago Andrew, pero podía ver que estaba muy molesto porque también estuvo como presidente interino.
—Desde que la señora Wilson entro al hospital— eso me dejo sin palabras, aquella mujer atrevida irrespetaba cada aspecto importante en mi vida.
Guarde silencio por un momento contemplando las opciones que tenía, debía actuar rápidamente.
—¿Hace cuanto se fue esa mujer? — el pobre hombre no sabía dónde meterse.
—Señora ya le he dicho suficiente, ella también puede amenazar a mi familia—tuve la tentación de lanzarle un golpe, pero contuve en el último minuto.
—No entiende la clase de predicamento en el que se encuentra señor Guzmán—tamborilee mis dedos pensando en las opciones —usted no solo va a decirnos lo que necesitamos saber, va a ponerlo por escrito, firmarlo y luego llamara a la policía para denunciar a Leslie por obligarlo y sobornarlo de espionaje corporativo— me pase por el cuarto viendo como la sangre era drenaba de su cara —puedo protegerlo de lo que sea que ella quiera hacerle, pero esas son mis condiciones y en caso de que no acepte mis peticiones, señale un punto en la pared donde estaba una de las cámaras espías — en ese punto hay una cámara de alta potencia con audio dejando todo grabado, asique en caso de que se niegue, no solo será despedido, llamaremos a cada empresa respetable en la ciudad para decirles porque fue despedido, me pregunto ¿Cuántas empresas quieren trabajar con un hombre que vende los secretos de sus jefes?
El hombre se abalanzo a mis pies rogándome.
—Por favor, por favor señora, no haga eso.
Me incline para levantar su barbilla para que me viera.
—Entonces hará la confesión por escrito con cada uno de los detalles y lo firmará, y hará la denuncia, ¿Verdad? — el hombre se vio pálido.
—Por favor no me pida eso, yo soy padre, tengo una familia— quise golpearlo nuevamente, pero me controle con mucho esfuerzo.
Estire mi pie para que me soltara y irme en camino hacia la puerta.
—También soy madre y muchas familias dependen de mí—le di una mirada por encima de mi hombro— es una pena que no aceptaras mi oferta, cuando cruce esa puerta tu suerte estará echada, no tendrás que esperar mucho para que la policía venga por ti, espero que te hayas familiarizado con el equipo legal porque vendrá por ti y tu familia.
Me acerque para tomar el pomo de la puerta.
Estaba dispuesta para hacer cualquier cosa, esperaba que tomara una decisión, adecue mi mano al pomo y lo gire, cuando comencé a abrir la puerta una mano sujeto la mía, cerrando la puerta.
Andrey se quedó viéndome fijamente como si sopesara aun sus opciones.
—Debemos negociar— aun no conocía sus propios límites, pensaba que podía negociar conmigo, que adorable.
Le di mi mejor sonrisa.
—No hay nada que negociar, aceptas o no mis términos— sacudí mi mano lejos de las de él, por lo visto se atravesaría en la puerta para no dejarnos ir, me gire para ver a Andrew, hice un movimiento con la cabeza para que llamara al equipo de seguridad, en cuanto vio que comenzó la llamada, las piernas del hombre frente a mi comenzaron a temblar.
—Señora... — su voz se fue quebrando.
—Tic toc, en unos minutos llegara el equipo de seguridad y después tendremos la compañía de la policía— mi sonrisa parecía irritarlo más.
—Esto no es justo— podía ver el desprecio y miedo en sus ojos — no me deja opciones.
—Tu tampoco— le di mi mirada mas amenazante — deje a mis hijos recién nacidos en su propia fiesta para atender este problema y por lo que me dices es la punta del iceberg, asique…si yo no tuve más opción que venirme hacerme cargo, nadie lo tendrá.
Finalmente agacho su cabeza derrotado.
—Muy bien firmare la carta o lo que sea que me pida, pero no haga pasar por esto a mi familia— dejo libre el camino a la puerta con intención de sentarse en la silla.
Andrew y yo hablamos con nuestras miradas, el equipo de seguridad venia en camino, serian testigos de lo que aquí pasara, pero debíamos llamar al equipo legal para que se encargue del papeleo necesario.
—Por favor— le susurre a Andrew para que el se hiciera cargo, debía llamar a mi padre y averiguar que más estaba pasando, usaría todos los contactos que este tenía en la industria, también le pediría ayuda a mi tío, seriamos un frente de unión familiar para lo que sea que estuvieran planeando hacernos.
Sali de aquella habitación sintiendo que el aire era ahora menos denso, apoye una mano sobre la pared respirando profundamente, sintiendo que necesitaba más para poder respirar correctamente, esta situación, tan cerca de mi parto me resultaba muy triste, empañaba un momento que debería ser maravilloso por los deseos de una mujer egoísta.
Pensé en mis bebes, en que me necesitaban, podía sentirlo, mis pechos se sentían pesados y me sentía algo agotada, respire profundo para continuar mi camino hacia la oficina, ¿Qué más podría estar tramando esa mujer?