—Crees que lo único que me importa es tu dinero, crees que todos queremos eso, pero te informo algo ¡TENGO MI PROPIO DINERO Y NO NECESITO DE TI! Me das lastima, pasaste por cosas duras con la muerte de la abuela, pero cada vez me doy cuenta que te mereces lo que te está pasando, así que ya no cuentes conmigo y vete al diablo— se giró y se fue dejando a todos sorprendidos.
Nos quedamos en silencio por un momento.
Las manos de Henry II, se hicieron lentamente puños. Podía ver cuanto estaba enfadado, porque la vena de su cabeza estaba brotándose como si fuera a sufrir un accidente cerebro vascular o una aneurisma, las cosas estaban complicándose cada vez más en su vida, una parte de mi quería acercarse y darle alguna palabra de aliento, era evidente que tenían muchas cicatrices para sanar.
