Dulce como las manzanas.

999 Words
Los gritos de sangre Se me había ocurrido una brillante idea, en la cama puse unas almohadas y parte de mi ropa, para fingir que dormía. Yo tenía que ir al pueblo averiguar que estaba pasando sí mi familia no me decía alguien del pueblo si. De hecho quería escapar de ahí me daba mucho pánico. Yo sabía lo que había vivido me revise mi cabeza y nunca tuve un chichón. Si realmente hubiese tenido un accidente no estuviese levantado aún. No me creí el cuento que estuve en coma Yo sé que fui hasta la montañas con Erick, porque todos me mentían. Me asomé a la ventana. Para ver qué nadie me viera cuando me escapara, prepare un pequeño bolso con algo de dinero porque me quería y otra vez a táchira no sabía cómo lo iba a hacer pero estaba seguro de que podía irme no quería estar ahí. Yo tenía un dinero ahorrado, no era mucho pero no alcanzaba para llegar hasta Barcelona, mi estrategia debía ser mucho más rápida. Espere que todo se descuidaran. En la noche mientras dormía en ese día no quise que cenar dije que me sentía un poco mal pero aún así me obligaron a tomar un medicamento eso sabía muy extraño pero yo no lo quise solo retuvo en la boca y después lo vomité Eran las 10:48 dela noche, el cielo estaba despejado y se veían las estrellas también había luna llena de verdad se veía muy hermoso. Pero mi mente solo pasaba una cosa, y era salir de hay. Bajé por el pasillo principal pero afuera estaba Dominga, y llevaba , una cesta de frutas. La cual tenía manzanas en su mayoría. La vela Karina también tenía una bandeja con vino y pan, el tío Carlos estaba desnudo pero tenía un polvo blanco en su cuerpo eso me causó mucho escalofrío. Me pude dar cuenta que lo que estaba pasando era algo muy extraño. Rápidamente me pregunte ¿Están haciendo una especie de ritual o brujería?. La curiosidad pudo más así que decidir bajar cautelosamente sin que me vieran. Lo más extraño era que todos iban directamente hacia el jardín. Ese día al servicio de la casa no trabajo. Hicieron un círculo de rocas. Mientras que el tío Carlos estaba en el medio, mientras que los integrantes de la familia mujeres se comenzaron a desnudar y a cantar esa canción que cantaba Karina. Al rato vino Sebastián con una cabra. La cuál era negra, y otra era Blanca pero no era una cabra, era una oveja. Lo que hicieron fue, sacrificara la oveja blanca y el tío Carlos comenzó a beber su sangre mientras bañaba a la vez a la cabra negra. Algo muy aterrador sucedió. Dominga se levantó y comenzó a darle ofrendas a la cabra, cada uno se acercaba y salga chava como si estuvieses pidiendo un deseo o hablando. Con el animal. La cabra se retiró y se marchó bazar laberinto donde estaba la neblina, y ellos silbaban y aplaudían y cantaban una canción a la cual Yo no entendía ya no era español. Creo que era africano, no podía entender que era. Pero todo se arrodillaron y pasó lo más escalofriante venía la cabra de la neblina pero se hacía mucho más grande y de repente comenzó a caminar en dos patas. La mitad de su cuerpo era de cabra Mientras que el otro era Como si fuese un hombre, era tan aterrador. Que sentí ese pánico por todo mi cuerpo. Pero también me pregunte si estaban todos donde estaba el tío Isaac?., No quise ver más el escenario así que decidí escapar. Las puertas estaban cerradas. Única pero también por el jardín pero tenía que pasar por ellos. Fui hasta el despacho de Dominga a buscar las llaves. Cuando entré su despacho era muy caliente, la temperatura no era igual que fuera. Las llaves estaban colgadas, encima de una estatua junto a unos libros. Me monte encima del escritorio para poderlas agarrar pero me resbalé, logré sostenerme de algo y cuando vi era un cuaderno. Me di cuenta que en el cuaderno, había foto de personas. De distintas épocas todos parecían como si venían de África. Me lleve ese cuaderno junto con las llaves pero solo abrí también devolví las llaves para que ellos no se dieron cuenta que yo me había escapado. Corrí, con todas mis fuerzas hasta llegar a un punto. Qué estudias es lejos de la casa en el camino pudo observar como todos los árboles de manzanas estaban sumamente cargados. Todos llenos de manzanas. Quise agarrar una para morderla ya que tenía que tener energía hasta llegar al pueblo. Cuando mordí la manzana tenía algo que no me esperaba, mis labios y mi boca se pintaron de rojo tenía sangre. Pero era dulce. Y solo era sangre. La escupí y me dice que la boca con mi camisa. Seguía 100 pasos y me volvió a contar con otro árbol, y hacer lo mismo arranque una manzana para ver si tenía sangre pero esta, estaba normal. Desde lejos podía ver como la niebla rodeaba toda la casa. La luna comenzó a tornarse de un color rojo. No era un eclipse, nunca se había hablado sobre eso los pronósticos no dieron detalles. Me falta un poco para llegar al pueblo estaba cansado y el frío del camino hacia que mis manos y mis pies se congelaran me dolía la cabeza porque también el viento frío pegado en mis orejas. Estaba tan asustado con todo lo que había vivido que no quería regresar a esa casa. Tenía dos opciones A dónde llegar. En buscar a Erick o buscar a Ángela. Uno de ellos dos me tenía que ayudar. Tampoco sabía si me iban a querer todo el cuento que él le iba a decir. Comencé a llorar. Que no era de orar mucho a Dios por esta noche lo hice como nunca. Sentía tanto miedo que no sabía que podía pasar después.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD