La casa de los sueños blancos

confusión

Llegando al pueblo. Me senté al frente de la alcaldía, por suerte todavía había gente, las personas que vendían comida rápida en la calles. Descansar como 5 minutos, la gente me observaba veía que podía estar un poco asustado.

Un señor se acercó a mí y me dijo…

—hijo se encuentra bien?.

Yo no mire le dije que todo estaba bien estaba descansando un rato algo me decía que no confiar en nadie tenía mucho miedo. Al rato cuando reaccioné pude darme cuenta que por fin podía hablar.

Y qué en mi cuerpo. Estado de 100 porciento a mi voluntad no me sentía ese peso extraño, fui hasta la tienda donde trabaja Eric, él estaba con unos amigos allí estaba riendo y bebiendo una cerveza.

Me emocioné tanto en verlo que cuando le dije:

—Eric por fin, te veo como éstas Tienes que ayudarme.

Pero su expresión en su rostro dijo todo lo contrario me miró de arriba abajo y contestó…

—Lo siento Me debes estar confundiendo no te conozco pero en qué te podría ayudar?.

—es una broma?. Tú sí me conoces Eric, Ayer fuimos a las montañas me acompañaste incluso estaba la policía allá recuerda que nos agarró la tormenta.

—disculpa pero eso te lo estás inventando nada de eso sucedió Yo ayer estaba, haciendo inventario en la tienda.

Lo dijo tan seguro que sus amigos comenzaron a reír y me comenzaron agarrado también. No sé porque me sentí tan extraño que comencé a llorar.

Eric se me quedó viendo y se acercó. —estás bien , amigo no estás drogado verdad?.

—Erick tú sabes quién yo soy. Vivo en casa de los Loaiza.

—Seguro porque los Loaiza No bajan a esta pueblo estas horas. Si quieres te llevo el lugar donde te pueden ayudar.

Sacó su teléfono y comenzó a llamar a la policía. Yo la quité el teléfono de las manos y él pensó que le iba a robar así que me empujó hacia la pared sus amigos comenzaron a rodearme.

—no te equivoques pequeño ladronzuelo te estabas haciendo pasar por alguien loco y que era de los Loaiza para robarme mi teléfono qué estúpido que pensabas hacer.

—yo no te pienso robar el teléfono. Y no sé qué está pasando estoy tan confundido y ahora tú no me conoces.

El no me creyó y dijo que iba a llamar a la policía aún así. Rápidamente se me ocurrió decirle…

—cómo sé que tienes un lunar en forma de cinturón de orión en tu espalda y que tienes un lunar cerca de tu pecho. Y que pintaste un cuadro en forma de fénix.

Eric sostuvo mi mano y me la apretó muy fuerte. Y me dijo al oído. —cerca de aquí hay una esquina espérame ahí y por nada del mundo suerte lo que te estoy dando.

En mi mano puso una especie de piedra. Tenía un símbolo grabado y era un fénix. Le hice casi me retiré ayer se quedó con sus amigos. Lo espere como 10 minutos y llegó.

Estaba a 3 pasos en mi. Me dijo que no sintiera miedo que él sí me iba explicar todo lo que estaba pasando.

Me sentí mucho más seguro. Y la abrace y lloré tanto que no sabía por dónde comenzar y le conté la mitad de lo que había pasado y lo que había visto.

Me dijo que fuéramos dentro de la tienda. Y que nos quedáramos allí hasta que amaneciera. Qué la noche era muy peligrosa. Entramos a la tienda. Y estaba algo muy extraño. Habían símbolos pintados que yo nunca había visto.

Le pregunté que era.

—eso no mantendrá aquí seguros.

Me ofreció agua. Y bebí mucha, alguien salió de un cuarto y era Ángela y su padre me ahogué cuando los vi. Me quede tan impresionado que les dije:

—¿Qué hacen ustedes aquí?.

Ángela tenía un suéter amarillo, y me dijo…

—estamos igual que tú Aquí también estaremos seguros.

Eric dijo que cada vez más se hacía mucho más fuerte. El padre de Ángela dijo que sí que por suerte me tenían a mí y que yo podía hacer algo también.

Rápidamente me paré y pregunte…

—saben que últimamente ha pasado por cosas muy extrañas y ahora ustedes se ponen con esto que está pasando alguien puede terminar de explicarme?.

Los tres se miraron y nadie sabía que hablar. Y voy a Ángela que me comenzó a contar una historia.

—sabes Alixon. Tú nunca debiste venir a este pueblo creo que estarías mejor con tu familia en España que aquí. Desde el primer día que te conocí yo sabía quién eras no, nos conociste por casualidad.

—ahora estoy mucho más confundido sabes las cosas que he visto Ángela, quiero volver a mi ciudad. Todo estaba bien todo cambió de regreso cuando vinimos a las montañas.

Erick trajo una laptop dónde comenzó a mostrarme muchas fotos. Me dijo que mirará atentamente que ahí estaban todas mis respuestas.

Luego Ángela le dijo que ella se encargará de decirme todo.

—sé que todo esto es muy confuso y debes sentirte, con mucha impotencia y te entiendo. Pero tranquilo con nosotras tareas bien no vamos a permitir que regrese con esas personas.

Te harán mucho daño si lo haces. Lo que te voy a contar a pasado durante mucho tiempo.

Cuando ella por fin me va a contar la historia Se oyeron unos toques en la puerta de la tienda.

Era la policía y me estaba buscando. Erika somos y dijo…

—están buscando Alixon. Hay que tener cuidado por favor ve y escóndete al sótano.

Me escondí junto Ángela y su padre, Erick sabía actual muy bien él había dicho que yo no estaba allí pero un policía paso. Al mismo tiempo que lo hizo el tío Carlos. El cual comenzó a revisar todas las cosas.

—seguro que nos visto mi sobrino todos estamos muy preocupados por él está muy enfermo.

—No señor no le he visto. Me parece extraño que el viniera está aquí que no tengo tanta confianza con él debe estar en casa de otro amigo.

Las policías estaban afuera. Mientras activo Carlos estaba hablando con el comenzó a actuar extraño. Comenzó a sudar, y a sangrar por la nariz pero eres retrocedió a tres pasos hacia atrás dónde estaban los símbolos.

Carlos lo miro.

—buena jugada campeón. Si encontramos a Alixon ganamos.