Aitana dio un corto paso hacia Jean Pierre y sin borrar la sonrisa de su rostro, le respondió. ― ¿Cómo iba a seguirte? Pensaba lo mismo de ti, si acaso eras tú quien me seguía, pero creo que solo es el destino nuevamente, jamás pensé verte en un museo de arte, no creía que fueras fanático al arte contemporáneo. Ah, por cierto, los presento, ella es mi amiga Rachell. ―Respondió Aitana, en realidad era muy curioso para ella como este hombre se le topaba en todos lados, y aunque ella no lo decía, realmente era evidente que, a Aitana, este hombre le gustaba más de lo normal. Solo bastó con unas cuantas horas de conversación para lograrlo, ciertamente, él era todo un caballero, y supo cómo tratar una flor delicada como lo es Aitana, ni su matrimonio le impedía sentir atracció

