Jay Pensé en lo que Evan había dicho sobre Austin. Evan estaba sacrificando su felicidad en lo que quería hacer por su hermano. —¿A dónde vamos? —le pregunté a Evan. —A la playa. Viniste hasta aquí, pensé que necesitabas ver la costa. —Evan sonrió mientras conducía. —¡Fabuloso! ¡He oído que el atardecer sobre el océano es hermoso! —exclamé emocionado. —Lo es, espera a que lo veas —me aseguró Evan. Después de conducir un rato, finalmente llegamos a un aparcamiento. Estacionamos y caminamos por el puente desde el aparcamiento hasta lo que parecía un mini centro comercial. —Ah, pensé que dijiste que íbamos a la playa —comenté, confundido. —Lo estamos, esta es la playa —Evan se rio. —No, esto es un centro comercial. Playa es arena y agua. No es que mamá fue a Florida y todo lo que obt

