5 años después Evan —¿Puedes dejar de dar vueltas? —le pedí a Jay. —No puedo evitarlo, ¡hace dos horas recibimos una llamada de que nos traerían un bebé! Quiero decir, acabamos de pasar todo para convertirnos en padres de acogida, y sé que dijeron que podría suceder en medio de la noche, pero vaya, ¿por qué tuvo que suceder en medio de la noche? —Jay divagaba, claramente nervioso. —Cariño, te amo, pero necesitas calmarte. Aún no sabemos nada. Todo lo que dijo la trabajadora social fue que tienen un bebé que necesita un hogar, si la aceptaríamos. Podría ser solo por unos días —intenté tranquilizarlo. —Evan, tengo una corazonada, ella es la indicada, lo sé. No puedo quitarme esa sensación —murmuró Jay. Jay y yo habíamos estado comprometidos por casi cinco años. Estábamos planeando nues

