Kevin Habían pasado unos días desde que llegó AJ. Admitía que estaba emocionalmente agotado. Tuve una sesión con mi terapeuta sobre todo lo que sucedió en el transcurso de 24 horas. Adam decidió unirse a mí en el gimnasio. Su excusa fue el cuerpo de papá que estaba obteniendo, pero sabía que también necesitaba liberar frustraciones. Todo lo que sucedió la noche en que nació AJ estaba afectando a todos. —¿Austin está aquí? —le pregunté a Adam mientras llegábamos al estacionamiento. Vi el coche de Austin tan pronto como llegué. —Sí, pidió unirse a nosotros —respondió Adam. —Pensé que Austin tenía un gimnasio al que iba —le dije. —Lo tiene, pero no tiene un ring de boxeo como este —respondió Adam. —¿Austin quiere boxear? Supongo que todos tenemos frustraciones que liberar —murmuré. Sa

