Jamie Adam y Kevin nos contaron a Keira y a mí sobre Austin. Era curioso cómo a veces los hombres no veían lo que tenían delante. Keira estaba amamantando a AJ, y Lizzy estaba haciendo un berrinche, así que Adam trataba de calmarla. —No le hace gracia tener un hermano ahora —comentó Kevin a Adam. —Bueno, más le vale acostumbrarse, porque no vamos a deshacernos de él —gruñó Adam. Sonó el timbre, y me levanté para abrir, ya que todos los demás estaban ocupados con los niños. Sabía quién iba a ser. —Collin, hola, pasa —le saludé al padre de los gemelos. —Gracias, Jamie. ¿Cómo estás? —preguntó al entrar. —Estoy bien, solo que todavía me estoy acostumbrando a todo —me reí. —Lo harás, ¿ya tienes algún síntoma? —quiso saber. —No, aún no. Keira tuvo náuseas matutinas muy fuertes con Lizz

