Caminó hacia la cama y se metió bajo las sábanas. Mark, aún casi dormido, abrió los ojos y, al ver a Sophie, se giró de lado, dándole la espalda. —Mark, lo siento. —Le rodeó la cintura con el brazo y se pegó a su espalda. —Mmm —gruñó Mark. No la apartó ni se giró para mirarla. Sophie no estaba segura de si Mark realmente dormía o solo fingía evitarla, pero en cualquier caso, sabía que no debía presionarlo. Yacía en la cama, incapaz de dormir, dándole vueltas a todos los problemas y emociones que la atormentaban, ninguno de los cuales parecía tener una solución fácil. Al quedarse dormida, pensó que quizá lo que Mark realmente le estaba diciendo era que necesitaba madurar y tomar decisiones, aunque no fueran fáciles. * Sophie tardó unos segundos en darse cuenta de dónde estaba cuando de

