Celeste fue al baño a lavarse la cara con un poco de agua fría. Como ella dijo, nunca le ha gustado mucho la violencia, y ver a dos personas pelear por su culpa es algo que nunca quiere volver a experimentar. Cerró los ojos y respiró hondo, calmandose después de todo el alboroto. Una vez que recuperó la respiración, sacó su teléfono para ver qué hora era y maldijo cuando vio que ya eran las 12 de la noche. —Mierda. Le dije a Zeus que estaré en casa a las 10 —susurró. Con eso, marcó el número de Daniela para asegurarle que pronto se iría a casa. Sin embargo, miró su teléfono confundida cuando no pudo llamarla. Parece que no había señal en el baño, y es por eso que ella tampoco ha recibido los mensajes de texto de Daniela. Salió del baño para ver si había recuperado alguna señal, pero fu

