Celeste estrechó sus manos y dejó escapar un profundo suspiro. El día que toda la compañía había estado esperando por fin llegó y ella no podía estar más nerviosa. Ni siquiera sabe por qué está tan nerviosa considerando que no es la mayor interesada en el evento. Zeth debería haber sido el que estaba temblando en sus botas, pero el apuesto hombre estaba tranquilo y fuerte, como si este fuera un día cualquiera.
Celeste miró su rostro y no vio ni una pizca de nerviosismo y cansancio. Ella sabe que él es el que trabajó más duro para el evento, y hubo momentos en los que ni siquiera podía ir a casa porque había mucho que hacer y, sin embargo, todavía parecía endiabladamente guapo.
Celeste quería ayudarlo, realmente lo quería, pero no podía permitírselo debido a Zeus. Aparte de eso, no cree
